El estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos firma el Gran Casino Costa Brava.

El nuevo casino se aleja de las soluciones más tradicionales y plantea el complejo de aparcamiento público, casino y auditorio como un conjunto que emerge del suelo y se integra en el entorno. Dada su configuración –en gran medida, casi enterrado–, el casino aparece como parte del jardín del hotel, mientras que la cubierta ajardinada amortigua el impacto visual del conjuntoarquitectónico y protege al establecimiento hotelero de la contaminación acústica.

La construcción de un gran equipamiento recreativo como un casino plantea la necesidad de ordenar en un mismo edificio varios usos complementarios: restaurante, cocinas, aparcamiento, sala de congresos, etc. Esta exigencia conlleva tanto una excelente accesibilidad, como el desarrollo de un gran espacio para aparcar y una óptima relación con el entorno urbano.

El edificio consta de tres niveles bien diferenciados. En la planta baja, se ubica el casino, distribuido en diversas áreas que forman parte del mismo espacio principal. Esta planta comprende zona de máquinas, sala de juegos, sala de fiestas, espacio expositivo, espacios VIP, restaurante, servicios (cocinas, almacenes, guardarropas, etc.), así como áreas de administración y seguridad.

La planta primera aloja un espacio multifuncional (auditorio, palacio de congresos, usos municipales…) con capacidad para mil personas. Además, cuenta con un gran foyer abierto al exterior, los servicios y las oficinas de gestión del casino. A su vez, la cubierta extiende el espacio ajardinado mediante un manto verde poblado de especies locales de bajo mantenimiento. Tres plantas adicionales bajo rasante se destinan principalmente a aparcamiento (450 plazas), a instalaciones y a espacios subsidiarios del casino en el sótano primero.

Los planos inclinados que conforman las fachadas se resuelven mediante hormigón armado negro coloreado en masa y encofrados con machihembrado de tablillas de pino. La planta que acoge el espacio polivalente queda delimitada por una serie de planos quebrados de hormigón, que evocan la tectónica del terreno del que surgen.

Los planos se abren en celosía frente al espacio del foyer mediante una fachada que proporciona identidad al casino gracias a un sistema de iluminación a base de leds, controlados por un sistema de gestión centralizado y un software específico para crear efectos lumínicos especiales. Esta planta conecta con los jardines del hotel mediante una boca que sale a través de la cubierta ajardinada y que permite la realización de eventos en el exterior.

En el diseño interior, el suelo continuo de moquetas lisas varía de color en función de la actividad que se desarrolla en cada una de las zonas. Este plano de juego se rodea por un fondo (hasta una cota de 2.10 m) tapizado en telas y revestido de bandas verticales de espejos biselados en bronce, vidrios de color negro, bronce, terrazos negros y tonos arena. La luz ilumina de arriba hacia abajo, con el objetivo de resaltar su alto valor decorativo y crear las atmósferas necesarias en cada zona.

Sobre este nivel de acabados, destacan dos zonas con un par de backlights de grandes dimensiones que acentúan las zonas de restauración y de fiestas. Por último, la sala de juego tiene la impactante presencia de una iluminación suspendida. Esta luz difusa y dorada proviene de una estructura de cornisas, dispuestas en red, que ofrecen el marco decorativo culminante para la sala de juego.