Maison des Maîtres Chocolatiers: el chocolate belga se moderniza.
La asociación Best Belgian Chocolate of the World necesitaba de un nuevo espacio donde promover sus productos. Para ello, contrató al estudio Minale Design Strategy, que ha creado tanto una novedosa imagen gráfica como una nueva “tienda emblemática que identifica y personaliza a los chocolateros del país”, según palabras del director del estudio, Gwenäel Hanquet.Ningún detalle ha sido dejado al azar: la nueva web, la imagen corporativa y el packaging han sido estudiados al milímetro para ser fácilmente reconocibles y relacionados con la nueva imagen del establecimiento.
El nuevo establecimiento de la asociación, la Maison des Maîtres Chocolatiers Belges, exhibe la maestría de diez maestros chocolateros belgas, todos unidos bajo una misma y moderna nueva estética desarrollada por el estudio Minale Design Strategy.
La situación de la tienda, en plena Grand Place de Bruselas, es un gran punto de apoyo para la visibilidad, ya que además de por el turismo que pasa por ella cada día, hace referencia a la tradición chocolatera del país, que proviene de la época medieval.
La decoración interior se caracteriza por la forma de “diamantes” que comienza en el techo, se deshace por las paredes y se transforma en pastillas que remiten a la forma en que se dividen las tabletas, de las que sobresalen los estantes de vidrio. El vidrio se escogió para reseñar la calidad de los productos expuestos.
Cada uno de los diez grandes maestros chocolateros tiene su espacio bien definido dentro del conjunto. Al fondo de la tienda, el suelo y la pared se funden en una “cascada” de chocolate fundido. Al lado del mostrador, el tono “dulce de leche” deja paso al blanco, para indicar la zona del chocolate blanco, que continúa subiendo las escaleras.
En el piso superior también es donde se reúne la Académie du Chocolat y tienen lugar cursos, conferencias, demostraciones… acontecimientos más “científicos”, como lo definen desde la asociación.
Fotos cortesía de Minale Design Strategy. Texto de la blogger Elena Minguela G.
