Un hotel en Japón de Yasutaka Yoshimura realizado con contenedores.
Debido a su estructura modular, cada unidad se ha diseminado aleatoriamente en el terreno. Ello supone que cada habitación ofrece una vista única y diferente, y favorece la coexistencia de múltiples panorámicas al pasear por el jardín.
Gracias a su disposición, el espacio existente entre los cottages favorece la intimidad de cada residencia y, también, la atenuación del ruido. El acceso a las mismas se realiza a través de unos pasillos de cemento. Los contenedores, con estructura de acero, se fabricaron en Tailandia y ensamblaron en Japón.