Nueva vida para este loft industrial berlinés, obra de Thomas Wienands.

Era una subestación de electricidad de principios del siglo XX, situada en un patio trasero del barrio berlinés de Prenzlauer Berg. Y ahora es un singular edificio protegido. Completamente en desuso, ha sido totalmente rehabilitado y convertido en unidades residenciales. Como parte de esta conversión, la mayor parte de la pared del lado sur del edificio fue demolida y reemplazada por una fachada de cristal, con el fin de proporcionar más luz natural a las nuevas viviendas.

El contratista adquirió dos unidades residenciales más pequeñas, basadas en los planes originales, que se han combinado para crear un apartamento de 150 m². Una de las primeras decisiones del arquitecto responsable de la reforma, el berlinés Thomas Wienands, fue dejar visibles las características más importantes de su arquitectura industrial: paredes de ladrillo, techos abovedados y columnas de acero remachado. Para enfatizar esta atmósfera, se eligió como un revestimiento de suelos un parquet industrial aceitado en tono grisáceo.

Otra decisión premeditada fue la de no llenar el espacio con muebles de suelo a techo; así, se decidió recurrir a una serie de cubos, claramente definidos, que simplemente dividen el espacio en distintas áreas funcionales. Tan solo los baños y un armario de almacenamiento se ocultan detrás de las paredes de nueva construcción.

Debido a este enfoque minimalista dado a la reconstrucción, el nuevo diseño interior a cargo de Wienands se centró en elegir cuidadosamente tanto los materiales como los detalles del mobiliario. Por ejemplo: las superficies de los muebles son de linóleo blanco y negro, lo que ha permitido combinar varios módulos individuales a la carta. Para tener un efecto visual lo más limpio posible, todas las superficies delanteras son cuadradas y carecen de asas. Sus mecanismos de apertura y cierre siempre se realizan mediante control electrónico o magnético.

La isla de la cocina, totalmente independiente, ofrece varias soluciones novedosas. Las superficies delanteras de los muebles de cocina se han realizado en aluminio pulido y anodizado, mientras que la encimera está realizada a partir de pizarra brasileña seleccionada con una cálida coloración violeta. El horno, integrado en el bloque, permanece siempre oculto; cuando el horno se utiliza, su panel frontal se repliega lateralmente en el cuerpo del mueble. Otra novedosa propuesta  la ofrece la integración de las tomas de corriente, ocultas en un panel lateral que se puede abrir con una simple llave. También en este caso, las superficies delanteras no tienen asas, y se abren por simple presión manual.

 

La zona privada, formada por un dormitorio en suite, está separada por grandes muebles-cubo del resto de la zona de día. El cuarto de baño, con sus baldosas de gran formato, se sitúa contiguo a la zona de dormitorio. El color del lavamanos de hormigón se ha logrado mediante la adición de pigmentos, y su superficie ha sido simplemente aceitada y encerada.