7N Architects y RankinFraser idean una ruta peatonal con flores gigantes.
Parece haber coincidencia: las nuevas intervenciones en el paisaje urbano apuestan por elementos que, aunque artificiales, nos remiten a la naturaleza. Éste es el caso del Garscube Link, una nueva ruta para peatones y ciclistas que re-conecta el norte de Glasgow con el centro de esta ciudad escocesa. Ha sido diseñada por 7N Architects y el estudio de arquitectura del paisaje RankinFraser.
Esta intervención corresponde a la primera fase de regeneración del área de Speirs Locks, en Glasgow. El proyecto ha supuesto la radical rehabilitación de esta conexión al centro de la ciudad que en los años 60 fue cortada por la construcción de la autopista M8. Así, lo que hasta ahora suponía una barrera inhóspita y hostil, un recorrido oscuro, sucio, ruidoso e intimidante, se ha transformado en un nuevo espacio público significativamente más amplio que el anterior paso bajo nivel, unificado ahora por una superficie fluida de resina roja.
Este espacio está iluminado por una “cinta” de 50 flores con pétalos de aluminio coloreado, que se alzan hasta 8 m sobre el suelo. Estas etéreas protagonistas guían al visitante a través de la ruta, marcando un deliberado contraste con la solidez del hormigón. Las terrazas planteadas utilizan materiales recuperados, incluyendo adoquines de piedra y rocas excavadas durante la construcción.
Este original paso subterráneo ha sido bautizado como “Las Flores de Phoenix”, en una clara una referencia al antiguo Parque Phoenix, el cual ocupó este terreno antes de la construcción de la autopista. Este proyecto ha ganado el premio del Scottish Design Awards 2010 en la categoría “Best Future Building”, y supone la primera fase de un plan de regeneración que prevé la instalación de industrias creativas en esta zona durante los próximos 15 años.
Fotografías de 7N Architects y Dave Morris
Visto en Plataforma Arquitectura