Sigue la feria de Milán con la periodista Begoña Corzo: impresiones 2.0
Son las cinco y media de la tarde (de ayer) y he pasado siete horas en la feria. Es un recinto enorme al que hay que ir dispuesta a caminar… y mucho. Se imponen, por tanto, un buen calzado y mucha curiosidad. Debo matizar la primera impresión que os trasladé antes de entrar: en la feria hay mucha, mucha gente (aún es pronto para conocer cifras oficiales de visitantes), pero no he tenido la sensación de agobio de otros años.
Las firmas más interesantes de diseño contemporáneo están en los pabellones 8 y 12. El pabellón 8 lo ocupan “grandes” como Zanotta, Arper, MDF, Lago, Moroso, Driade y las españolas Mobles 114 (muy bonita la butaca de Massana Tremoleda, que recuerda los años 50), Bd o Nani Marquina.
En el stand de Bd hemos podido saludar a su máximo responsable de diseño, el diseñador, arquitecto y periodista Ramón Úbeda, quien nos ha mostrado la nueva sila plegable de Konstantin Grcic (muy práctica porque se apila en horizontal, en lugar de una sobre otra) y la Lounger Chair de Jaime Hayón, un butacón de aire más clásico que otras de sus piezas, mas alocadas y juguetonas. Hemos podido saludar a Grcic, encantado con sus sillas y con su mesa de aluminio extrusionado que mide nada menos que 5 m con un grosor mínimo.
En Nanimarquina nos ha gustado mucho la alfombra Spiral, de Gerard Moliné y Martín Azúa, con mucha carga poética, ya que recuerda la lana en ovillo, y el cabecero Testa, de Gonzalo Mira, tan sencillo como práctico.
Patricia Urquiola sigue su fértil colaboración con Moroso en una línea de asientos guateados o con respaldo de trenzado Viena. Entre los stands mas bonitos está precisamente el de Moroso, realizado con grandes celosías de porexpán blanco, y el de Vitra (en el pabellón 12), una estructura también blanca que sólo descubre lo que guarda cuando estás dentro. Y vale la pena entrar para descubrir como una sencilla cinta textil de 85 centímetros de largo y 85 gramos , inspirada en los indios ayoreo, te permite sentarte en el suelo más que cómodamente, sin que sufra la espalda. Se llama Chairless. También merece la pena ver toda la serie de sofás que Citterio ha diseñado para Vitra, que demuestran el buen hacer de este diseñador.
La impresión del primer día, de todos modos, es que este año no ha sido tan creativo como otros. He visto triste el pabellón 12 (¡menos mal que en él está Vitra!). ¿Crisis, también, de buenas ideas? Luego lo confirmo.
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