Eduardo Peris radiografía la arquitectura londinense.
Una docena de imágenes que buscan una mirada fresca a una ciudad mil veces vista pero pocas veces entendida en su heterogeneidad arquitectónica y urbanística. La serie de Eduardo Peris revisa desde la Big Ben Tower de Charles Barry (1853) o el London Bridge de John Mowen (1973) hasta tiendas como Cyberdog en el Mercado de Candem o la luminosa verticalidad del City Hall de Norman Foster (2002).
Sombras, reflejos e imágenes oníricas que hablan del paso del tiempo y de la fuerza de una arquitectura que ha sabido evolucionar en los últimos dos siglos desde la magnificencia neoclásica y afrancesada del Buckinghan Palace de John Nash (1826) hasta la Swiss Tower de Norman Foster (2003), conocida popularmente como “The Gherkin” (el pepinillo), galardonada en 2004 con el premio Stirling, que otorga el Royal Institute of British Architects (RIBA).
Una mirada que se ha detenido especialmente en el nuevo Ayuntamiento de la ciudad. Situado entre el puente de Londres y el puente de la torre, en la orilla sur del Río Thames, el City Hall es un globo de cristal de 45 metros de altura, con 185.000 pies cuadrados de área, repartidos en 10 pisos. Un mundo interior y exterior que Peris ha retrato en un juego de luces y sombras. El edificio no tiene ningún frente o parte posterior, su forma se deriva de una esfera geométricamente modificada para reducir al mínimo el área superficial expuesta directamente a la luz del sol. Su configuración le permite reducir el consumo de energía a una cuarta parte del equivalente en un edificio de oficinas estándar, además de mejorar la distribución espacial con una espiral de escaleras circulares a lo largo de la parte frontal del «casco», que permite un enorme espacio diáfano a modo de ágora.
Suiza, Londres (UK) y Los Ángeles (EEUU) han marcado la carrera profesional de éste fotógrafo valenciano conocido por sus trabajos en el sector de la moda y la publicidad, que ha llevado su trabajo a las portadas de las principales revistas y publicaciones técnicas. Su fotografía artística pone en cuestión la verdad del objetivo como realidad única, y propone una reinterpretación de la realidad en la que el objeto se refleja, – enfrentando original contra imagen – o se multiplica, formando simetrías y geometrías de repetición calidoscópica, que permiten la riqueza de una lectura multipolar mientras reclama para la fotografía una libertad de composición y manipulación de la imagen que posibilita nuevas expresiones gráficas y contenidos poéticos inéditos.
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