El laberinto de Gijs van Vaerenbergh en Genk.
Nos ponemos poéticas. Así definió los fantásticos lugares José Saramago:
En mí te pierdo, aparición nocturna,
En este bosque de engaños, en esta ausencia,
En la neblina gris de la distancia,
En el largo pasillo de puertas falsas.
Y es que no hemos podido evitar evocar las palabras del premio Nobel portugués al pasear por las calles de la ciudad belga de Genk. Que está viviendo un auténtico renacimiento. En pocos años ha pasado de ser la típica ciudad industrial de Flandes, a convertirse en hervidero cultural y de nuevo talento.
C-mine es el epicentro de esta idea. La antigua mina de Winterslag lleva clausurada desde los 80, transformándose en C-mine en 2005. Un hub creativo con cuatro pilares que lo sostienen: educación, economía creativa, recreación creativa y creación y presentación artística. Y un centro muy marcado en el que ejercitar dicha creatividad: el laberinto creado por Gijs van Vaerenbergh.
C-mine Labyrinth
La obra de Gijs van Vaerenbergh nos invita a un paseo único: por un laberinto de acero con 1 km de pasillos, en la plaza C-mine. En Labyrinth se pueden descubrir numerosos espacios con detalles sutiles, que ayudarán a experimentar la configuración desde nuevos puntos de vista. Labyrinth es una expresión de lo que C-mine representa: un sitio que produce creatividad e inspira.
La instalación fue diseñada por el dúo especializado en arte y arquitectura Gijs Van Vaerenbergh. Dos jóvenes diseñadores que ya lograron sorprender con su «iglesia transparente» en Borgloon.
En esta ocasión, el dúo optó por crear una instalación laberíntica. Porque los laberintos son atemporales, siendo su papel cambiante a lo largo de los años.
Suponen por tanto un desafío, que toca superar para sobrevivir. Un viaje de aventura. Un reto mental. «A la gente le encanta perderse», nos cuentan. ¿Y a ti?
Laberinto
Plaza C-Mine
3600 Genk
Bélgica
Abierto todos los días