Una tienda teñida de negro, la mejor del año 2016.
Un local poco convencional, que completamente envuelto en negro y grises oscuros funciona como telón de fondo de la colección de moda de la conocida marca, y del que el jurado destacó «un carácter sorprendente y provocador que pone en tela de juicio la estética convencional asociada a cualquier tienda minorista de moda”.
Una atmósfera a medio camino entre la era industrial y una época futurista envuelve al visitante, que accede al espacio a través de una estrecha escalera situada en medio de la tienda de muebles que ocupa la planta baja. Un gran bloque negro escultórico con forma de cuña inclinada da nombre al proyecto y aloja en su interior tanto la escalera como los espacios auxiliares del probador y las zonas de almacén.
Con una estética geométrica, limpia y muy depurada, la tienda apuesta por un mobiliario reducido a la mínima expresión y una gama muy variada de materiales que incluyen hormigón, acero, aluminio y planos de espejo. Distintas texturas recrean superficies mates o brillantes, en un espacio donde el hormigón en bruto contrasta con el pavimento pulido, la estructura metálica de las ventanas, los colgadores, el acabado en polvo de mármol negro y los metales pulidos.
Inspirada en el histórico desembarco de Normandía, la intervención destaca por su fuerte carácter tectónico y una marcada sensibilidad por las texturas y los detalles. Suspendida de campanas negras con iluminación y rieles para las perchas incorporados, la ropa se exhibe entre volúmenes troncocónicos, grandes espejos, botellas decorativas, pasamanos con forma de abanico y candelabros de aluminio.
Fotografía: Yujie Liu / Jianzhou Wang