Un piso de soltero para el relax y la desconexión.
Ubicada en la calle Casp, en pleno centro de Barcelona y a escasos metros del paseo de Gracia y de la céntrica plaza Catalunya, se encuentra este apartamento situado en una finca regia de cinco plantas construida a finales del s. XIX. Encanto y potencial perdidos en los 80 por una conversión a oficinas, que los arquitectos de Bonba Studio se han propuesto recuperar en este piso.
La estructura típica del Eixample barcelonés, que articula la vivienda a partir de dos patios de luces, con techos altos, ha sido la clave de la que ha partido el proyecto, cuyo cliente es un soltero que deseaba que su nuevo hogar fuese un lugar de relajación y desconexión.
Por ello, el primer ejercicio fue tratar de eliminar todos aquellos elementos añadidos en las anteriores reformas, para partir de cero y poder exprimir el potencial del apartamento. Se ha conseguido a partir de un discurso entre continente y contenido, donde el continente consiste en un espacio blanco abierto, sin tabiques divisorios, y el contenido es una serie de volúmenes independientes que se han dispuesto a cada lado del pasillo central, que actúa a modo de eje.
Estos volúmenes, que no alcanzan la altura total del piso, están centralizados, y albergan los espacios secundarios y auxiliares. Pero no han querido que se convirtieran en elementos residuales: se ha trabajado con las texturas y los colores para conseguir un aspecto industrial pero sin estridencias para hacer la vivienda lo más acogedora posible. Las instalaciones se han dejado a simple vista siguiendo la misma idea.
Las estancias clave, el dormitorio y el salón comedor, se han ubicado en los extremos que se han conseguido dejar libres. En ellos se ha potenciado el uso de la luz natural y la amplitud gracias a la conservación de la altura inicial.
Fotografías: José Hevia