Jean Nouvel humaniza cinco espacios de trabajo, los reinterpreta y los libera de reglas en I Saloni 2013.
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En un piso señorial
En este lugar de trabajo, el mobiliario respondía armoniosamente al edificio original y a las huellas del pasado. En su atmósfera cálida e íntima, se llevan a cabo varias actividades. Se valora su comodidad, al igual que la singularidad y originalidad de los espacios. En este apartamento es posible vivir y expresarse a través de los objetos. Se trabaja en un entorno agradable, que conserva la lógica funcional de la oficina pero que no suscita los mismos reflejos.
La oficina en casa
Un espacio abierto y transformable
Gracias al escenario, abierto, cada uno logra expresarse y escoger su propio espacio laboral: es posible aislarse del vecino de al lado o acercarse a él; sentarse sobre el escritorio o tumbarse en el mismo. Coexisten distintos tipos de madera, cartón, piel y plástico de colores diferentes, mientras que unos objetos atípicos e inesperados dominan las pilas: con sus características, irregulares e imprevisibles, dibujan el perfil de una ciudad.
En una nave industrial
Un racional open-space
El racionalismo es el tema del último escenario propuesto: un sistema de despachos open space y high-tech que, por más que se inscriba en la normalidad y en la estandarización racional, persigue el objetivo de la transformación.
Esta planta, aparentemente estática y repetitiva, es en realidad libre: las paredes móviles y desmontables permiten reconfigurar el propio ámbito laboral, ahora abriéndolo al espacio contiguo y al pasillos, ahora aislándolo. Las puertas son corredera o plegables, las persianas permiten ajustar la luminosidad y los vidrios serigrafiados protegen la intimidad de cada cual.
El tratamiento de la luz permite una iluminación artística y pictórica en los ambientes de trabajo, a fin de romper con la monotonía de las luces tradicionales y homologadas de la oficina convencional. En el mismo, se exponen prototipos de lámparas que incorporan funciones de iluminación inéditas, para que cada uno cree su propia luz. En otras palabras: en estos espacios sin reglas tradicionales prima el placer de trabajar. En ellos, cada cual compone su propio ambiente con arreglo a sus propias necesidades. En el mismo, viven juegos de luces y reflejos.
El evento dio cabida, asimismo, a una pequeña antología de las decoraciones de los grandes maestros de Jean Nouvel. Presentar esas piezas extraordinarias, que se construyeron en el pasado pero que siguen siendo de gran actualidad, es su forma de rendirles homenaje. La decoración de cada espacio se presentaba frente a las fotografías de los lugares para los que las idearon sus “creadores”, es decir, los maestros que componen el imaginario en el que se inspira el arquitecto francés. Por último, completaba el Proyecto la zona Vip lounge, una instalación con entrevistas a Ron Arad, Michele De Lucchi, Marc Newson y Philippe Starck en las que ellos exponían sus ideas sobre el tema precisamente en los lugares donde ellos mismos trabajan.
Imágenes de Saverio Lombardi Vallauri.