Del antidiseño a la experimentación radical: Peter Cook y su legado en la arquitectura contemporánea
Encasillar a Peter Cook en un estilo sería un error. El trabajo de este arquitecto británico ha ido atravesando diferentes facetas, dando lugar a proyectos espectaculares como Plug-In City o el Museo de Arte en Graz.
A principios de los años sesenta vio la luz un nuevo movimiento arquitectónico impulsado por profesionales británicos llamado Archigram. El grupo de trabajo se basaba en pilares como el antidiseño, el consumismo y la idea de pensar cómo la tecnología atraviesa a la arquitectura y las formas de habitar. Peter Cook fue uno de los fundadores de Archigram y hoy en día, a sus 87 años, sus diseños siguen siendo rompedores e innovadores.
“La arquitectura de hoy es aburrida”, fue una célebre frase que pronunció Cook en reiteradas ocasiones al intentar explicar sus trabajos. A lo largo de su carrera, este arquitecto británico ha dado lecciones no sólo constructivas, sino de diseño y experimentación, que son las áreas que más caracterizan a su obra.
Graduado en la Escuela de Arquitectura de Londres, Peter Cook saltó a la fama en los sesenta de la mano de Archigram gracias a su exploración en la arquitectura experimental y futurista, influenciada por la creciente presencia de la tecnología y la cultura pop en la sociedad. Las propuestas del colectivo Archigram solían ir desde estructuras móviles hasta conceptos inspirados en la tecnología y la ciencia ficción, todo con una visión utópica del futuro urbano.
Aunque nunca se ha “casado” con ningún estilo, Peter Cook ha desafiado constantemente las convenciones arquitectónicas, encontrando gran inspiración e influencia en las artes. Su enfoque surrealista y su capacidad para concebir estructuras que desafían las expectativas convencionales han dejado una marca indeleble en el panorama arquitectónico.
Del Plug-In City al Kunsthaus de Graz
Entre las obras más destacadas de Peter Cook se encuentran muchas que nunca llegaron a construirse, pero que sus conceptos fueron importantes para la arquitectura moderna. Tal es el caso de Plug-In City, un proyecto conceptual que Cook realizó junto al colectivo Archigram y se convirtió en un símbolo del enfoque experimental y futurista del grupo hacia la arquitectura urbana.
Plug-In City consistía en una utópica y fantasiosa ciudad donde las unidades residenciales se conectan a una máquina madre capaz de transportar las estructuras mediante grúas. El proyecto era el resultado de una combinación de modos de vida nómada, en comunidad, con transporte incluido en los sistemas de vivienda y el entorno de vida urbano.
Sin duda, una de sus obras más trascendentales fue el Kunsthaus (Museo de Arte) de Graz, en Austria. Tan sólo la imagen satelital del edificio demuestra la brillantez de Cook a la hora de incrustar un diseño ultramoderno en un entorno de edificios antiguos e históricos. Más allá del diseño, lo curioso del museo es que es autosostenible, al estar construido por 1.288 paneles fotovoltaicos de acrílico semi-transparente, que producen la energía necesaria para su funcionamiento.
El museo fue un encargo para cuando la ciudad de Graz fue declarada capital europea de la cultura. El edificio fue inaugurado en 2003 y su estructura en forma de burbuja consta de 27.000 metros cuadrados, siendo ya un símbolo de la ciudad. El Kunsthaus de Graz y otros proyectos fueron firmados por CRAB Studio (Cook Robotham Architectural Bureau), el estudio que cofundó con Gavin Robotham.
Inspiración para grandes arquitectos
A Peter Cook se lo reconoce mundialmente por dos factores: a quién influenció con su trabajo y por no haber aún conseguido un Premio Pritzker. Sin embargo, junto al colectivo Archigram, recibió la Medalla de Oro Real del Instituto de Arquitectos Británicos.
Cook también ha estado vinculado al ámbito académico, con cátedras en universidades de Reino Unido y Alemania. Además, es considerado uno de los grandes maestros de Zaha Hadid y Rem Koolhaas.