La inteligencia artificial: la nueva aliada del interiorismo
Los retos y las posibilidades inventivas que incorporan la llegada de las nuevas tecnologías al mundo del interiorismo y el diseño obligan a reflexionar sobre la metodología empleada para la resolución final de sus productos.
La repetición infinita
Hoy en día, una de las grandes preguntas a las que se enfrenta el sector del diseño y el interiorismo es la posibilidad de que la tecnología pueda llegar a sobrepasar la creatividad humana. Las nuevas herramientas que, progresivamente, se van incorporando al mercado, facilitan y amplían la metodología que guía todo proceso inventivo, y ninguna empresa quiere quedarse atrás.
Sin embargo, los rápidos avances también suscitan miedo entre los profesionales. Las nuevas técnicas emergentes plantean una serie de interrogantes, como la posible estandarización de la producción o el impulso de un valor funcional que olvide la vertiente estética, factores que obligan a reflexionar sobre el futuro que aguarda a la disciplina en los próximos años.
El gran mérito añadido en la incorporación de las nuevas tecnologías es la posibilidad de aumentar el poder de repetición; es decir, ya sea creando espacios de cero o reconsiderando constantemente el proceso creativo, las nuevas tecnologías agilizan el camino hacia la sentencia final. Sin embargo, la tecnología está ganando terreno en aplicaciones innecesarias que la cognición humana podría desplegar con facilidad. El equilibrio que evite una invasión tecnológica sobre el factor humano es fundamental.
El ejemplo de Ikea
Uno de los grandes actores del sector no ha dudado en subirse al tren de las nuevas tecnologías: Ikea sacudió la metodología que seguían los interioristas con Ikea Kreativ. El gigante sueco de la decoración desarrolló, a través de esta plataforma que también pone el foco en la experiencia del usuario, un espacio que permite recrear las estancias tras una pantalla para poder hacer y deshacer infinidad de veces.
Mediante esta plataforma, el usuario puede capturar una imagen con gran angular para añadir, quitar, intercambiar y mover fácilmente objetos artificiales dentro del espacio real que decida modificar. Si bien la incorporación de las nuevas tecnologías ha cambiado el curso y las técnicas empleadas por diseñadores e interioristas, también ha modificado la manera que tiene de relacionarse con la disciplina el cliente.
Un ejemplo más que está al alcance de cualquier usuario es AI Room Planner, una herramienta que utiliza la inteligencia artificial para crear y visualizar un abanico muy amplio de opciones de decoración y rehabilitación a partir de una fotografía colgada. Esta democratización del diseño recorta los tiempos de acción y hace que los cimientos del método estén al alcance de todo el mundo.
Un mundo de iguales
No obstante, esta misma circunstancia abre las puertas de una posible convención en el resultado final: que los productos se homogenicen mediante una cadena de producción automatizada y robótica. Desde la industria señalan que la intervención humana no puede desaparecer, y el modelo mixto parece ser la solución preferida por los actores que protagonizan el oficio.
De hecho, en la fabricación industrializada, la tecnología ha conseguido cambiar las bases del sistema de construcción tradicional gracias a la creación de un catálogo con modelos preestablecidos que recortan y permiten ejecutar con mayor calidad el resultado final de los productos. Pero la producción en masa, si no cuenta con la singularidad de una voz única y decisiva que intervenga antes de la resolución del objeto terminado, crea modelos idénticos y sin personalidad que son incapaces de transmitir un mensaje.
Según una encuesta que facilitó Piktochart a finales de septiembre, una plataforma que convierte ideas en una infografía diseñada en segundos, más de la mitad de las empresas utilizan el diseño gráfico para comunicarse mejor con sus clientes. De hecho, el 50% de los encuestados en el sondeo aseguraba que había aumentado su presupuesto para proyectos y herramientas de diseño gráfico tras la pandemia.
Más ejemplos y una oportunidad
Una de las aplicaciones más sonadas dentro del sector es RoomGPT.io. Siguiendo el mismo patrón de la reconocida plataforma mundial, la plataforma desarrollada por Hassan El Mgharin permite hacer una maqueta en tiempo récord para preguntar rápidamente al cliente si quiere involucrarse en el proyecto.
Otra herramienta es HomeDesigns, un espacio que permite generar cambios en 3D en tan sólo treinta segundos. El abanico de posibilidades que ofrece es muy amplio: gracias a cuarenta estilos decorativos diferentes, permite modificar los muebles del hogar, derribar paredes o colocar vigas desde el ordenador.
Más allá de la recreación sobre pantallas, la industria también ha empezado a trabajar con hologramas y tecnología de realidad aumentada, recursos que permiten visualizar y tocar los objetos antes de que lleguen a materializarse. En un espacio configurado para reflejar las imágenes a través de un proyector especial en 3D, la realidad se transforma y da lugar a una dimensión completamente distinta. La superposición de imágenes despliega la idea primigenia.
Por último, la inteligencia artificial también pone sobre la mesa la facultad de incorporar los criterios sostenibles en la reproducción última de los proyectos. Desde un punto de vista funcional, los nuevos instrumentos tienen la capacidad de sobrepasar la micro dimensión del proyecto para el que han sido considerados y ayudar a regularizar una experiencia que sea respetuosa y beneficiosa con el medioambiente. Esto, sin embargo, sólo se alcanzará si la disciplina trasciende su dimensión estética.
