De una casa autosuficiente a un edificio victoriano: Vitra pasa revista
Los proyectos seleccionados son la residencia de la diseñadora de interiores Irenie Cossey, el hogar de la consultora creativa Natasha Landers y la casa de bajo consumo energético del arquitecto Ben Ridley.
Tres expresiones de Vitra
Vitra proyecta un recorrido entre tres hogares ocupados por amantes del diseño que proyectan sus ideas desde el impulso de los productos de la firma. Repasando algunas de las novedades de 2023 y otros clásicos, la marca desglosa una definición de los tres espacios que subraya la personalidad de sus habitantes y la capacidad cambiante y versátil de Vitra.
El primero de ellos es el hogar de Irenie Cossey, que respalda la construcción de su hogar en la “obsesión por coleccionar objetos con los que trato inconscientemente de enmarcar momentos y detener las cosas en el tiempo”. Aunque acumula diferentes trazos de su pasado, el espacio se estructura mediante un dinamismo continuo entre las diferentes conexiones y niveles. “Los recuerdos van y vienen porque siempre hay un proyecto en marcha”, apunta su protagonista.
Para enmarcar esta historia, Vitra creó hace un año una de las férulas de contrachapado originales de Eames. En este caso, la pieza está en el comedor de Cossey y sirve para acompañar el arpa irlandesa que siempre llevaba consigo la madre de la diseñadora de interiores, que recuerda que aunque “nadie en casa sabe tocarla, me gustan los recuerdos que evoca”.
Solemne y acogedor
El segundo proyecto hace referencia al hogar de Ben Ridley. Basándose en la sostenibilidad y el confort, el arquitecto busca desarrollar una casa de bajo consumo energético que se alza sobre las antiguas ruinas de una residencia londinense. Su protagonista asegura que para la transformación “intenté seguir los principios de una casa pasiva, mediante una construcción hermética y muy aislada, acristalamiento triple y ventilación mecánica con recuperación de calor”.
El ambiente lo consigue mediante materiales puros y con la entrada al edificio de luz natural. La relajación y solemnidad de los productos de Vitra crean un ambiente más pausado que se impulsa gracias al carácter temporal que esconde sus rasguños y hendiduras. Ridley concluye que “aunque el minimalismo no es un fin en sí mismo, sólo se consigue a través del confort”.
La última voz la pone el hogar alegre y acogedor de Natasha Landers. Tras los límites de un edificio victoriano, la reconstrucción del espacio dañado por los compases incansables del reloj incluyó el cambio de la instalación eléctrica y el mantenimiento de los objetos antiguos que conservan su factor atemporal. Para la constructora, “el mobiliario clásico de mediados de siglo encaja en cualquier sitio”.