La madera y el minimalismo del nuevo proyecto de Albar
El estudio de arquitectura, que apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia energética como pilares fundamentales de su proceso de construcción, presenta su vivienda Casa Eñe en las afueras de Madrid.
Sesenta euros de factura energética
La eficiencia y el desarrollo de un discurso que respete la lógica medioambiental se ha convertido en una pieza esencial en todo proceso de construcción. El aprovechamiento de los recursos naturales para potenciar los sistemas sobre los que se asienta y materializa el esquema del arquitecto se descubre, hoy en día, como una oportunidad para minimizar costes y pensar en un futuro menos dañino para el ecosistema.
En este discurso ha basado el estudio Albar su última propuesta: casa Eñe se presenta, en los alrededores de Madrid, como una muestra perfecta para subrayar la importancia de la sostenibilidad y el ahorro energético. Con 250 metros cuadrados de superficie y una factura de energía mensual media de sesenta euros, Albar ha conseguido un equilibrio perfecto mediante una arquitectura versátil y durable.
Desde la firma han asegurado que este es un ejemplo de vivienda industrializada con estructura de madera y materiales naturales certificada bajo el estándar de construcción Passivhaus. De esta manera, consiguen razonar la baja cifra con relación a los costes energéticos.
Los beneficios de la madera
Otro pilar fundamental del proyecto es la apertura a la luz natural, mediante “un diseño espacioso y luminoso que evoca una sensación de calma y serenidad”. La estética minimalista y natural, recubierta con una paleta de colores neutros que niegan cualquier artificio que no respete una lógica funcional, es capaz de mezclar el espacio interior con el exterior.
El proyecto se ha construido en menos de seis meses, lejos de los casi dos años de media que establece la lógica tradicional. Desde Albar han considerado, en este proceso de reducción de los plazos de construcción, que el uso de la madera ha jugado un papel imprescindible para conseguir un elevado control de calidad que conjugue con esta rapidez demostrada.
Además, la madera es “un recurso renovable que promueve la sostenibilidad, brinda un excelente aislamiento térmico que mejora la eficiencia energética y es capaz de crear ambientes acogedores y saludables”, según han subrayado desde la firma. Esta eficiencia consigue un mayor confort interior y, como consecuencia, una reducción de la denominada hipoteca energética.
Estudio Albar nació en el año 2012 de la mano de Irene García y Daniel Lozano, con el objetivo de ofrecer una arquitectura totalmente personalizada que se adaptase a cada familia, necesidad y lugar. Desde 2019, el estudio ha centrado su actividad únicamente en las viviendas unifamiliares, la eficiencia energética y una construcción industrializada en madera con materiales sanos y naturales.