Estudio Perpendicular transforma este piso de Madrid para dar más espacio a obras de arte.
El motor de la reforma fue satisfacer a una familia aficionada al arte, poseedores de numerosa cantidad de esculturas y cuadros. Con esta premisa, el despacho de interiorismo Estudio Perpendicular logró combinar funcionalidad y confort en una vivienda que respira arte.
Arte y emociones para reformar una vivienda
En el barrio de Salamanca reside una familia aficionada al arte. O tal vez muchas más de una, pero Estudio Perpendicular se topó con una de ellas a la hora de reformar la vivienda de este piso madrileño. El objetivo del proyecto era poder integrar las obras de arte en el diseño de la vivienda.
Para ello, Estudio Perpendicular trabajó de la mano de la constructora Corten Construcciones. El reto fue crear un escenario perfecto para cada obra arte que posee la familia propietaria. Aplicando los criterios de diseño emocional, se transformó el espacio, haciendo que los cuadros sean los protagonistas de la vivienda.
Incorporar las emociones a los espacios de la casa
La arquitectura emocional que ha proyectado el arquitecto Jaime Llorente, director de Estudio Perpendicular, pretende incorporar las emociones como un factor más en el diseño de los espacios. Así fue posible personalizar el diseño de la vivienda a los usos y hábitos de sus propietarios, que trabajaron codo a codo con el equipo de construcción e interiorismo.
El recorrido que va desde el hall de entrada al comedor y salón se planificó para poder disfrutar las obras de arte. Tanto en movimiento como en reposo, pudiendo responder al deseo de los propietarios de tener un hogar donde exponer su gran colección de arte y disfrutarla con amigos y familiares.
Los materiales y la paleta de colores elegidos en el interiorismo de este piso en el barrio de Salamanca también fueron relevantes. La madera en gran formato contrasta con las paredes blancas donde los cuadros destacan, aportando calidad al departamento.
En cuanto a los colores, se escogieron una paleta neutra para dar protagonismo a las obras de arte, estas son las encargadas de evocar las emociones. De este modo, en el salón, comedor y cocina predominan los tonos neutros en paredes y mobiliario, a tono con los tonos marrones del suelo.
La iluminación también fue clave en esta reforma para otorgarle protagonismo a las obras de arte. Para ello, se realizó un proyecto específico combinando la luz natural diurna con la iluminación artificial.
Fotografías: Javier Bravo