¿Qué está pasando en Qatar y por qué todos los premios Pritzker construyen allí?
No ha sido de la noche a la mañana. Los responsables de turismo del país del golfo llevan años perfeccionando una estrategia que sirve tanto como reclamo para los viajeros como para enriquecer la arquitectura contemporánea del país, reuniendo a los mejores arquitectos del mundo: los que cuentan con un premio Pritzker.
Qatar, el destino favorito de los amantes de la arquitectura y de los arquitectos con premio Pritzker
Los influencers van a Dubai y los Premios Pritzker, a Qatar. Aunque la motivación de unos y de otros para viajar a Oriente Medio es muy diferente (unos viajan para hacerse la foto y otros construyen precisamente los edificios donde unos años más tarde los viajeros se harán selfies), lo que es indudable es que la proliferación de espectaculares edificios, especialmente en el país qatarí, se ha convertido en un reclamo turístico de primer orden.
La cultura del país, su gastronomía o los paisajes como el del desierto de Doha son apreciados por los viajeros, pero por más que estén presentes en un país que no deja de crecer, al final, el protagonismo se lo lleva el impresionante skyline de Doha, que refleja la unión de la tradición y la modernidad. En la mayoría de ocasiones, estos edificios se nutren de elementos de la arquitectura árabe tradicional, famosa por contar con edificios que se caracterizan por el cuidado en su diseño, la belleza de sus líneas y el trasfondo cultural.
¿Por qué Qatar tiene tantos edificios construidos por ganadores del premio Prtizker?
¿Por qué Qatar? Hay otros países con mucho cash para invertir en arquitectura contemporánea, pero Qatar sobresale por encima de los demás, y algunos de los nombres más relevantes de la arquitectura a nivel mundial han dejado su huella en el país a lo largo de los años. Tanto es así, que es posible recorrer Doha en un itinerario compuesto exclusivamente por edificios diseñados por premios Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura.
La respuesta es clara: hay dinero. Desde su descubrimiento en la década de los 1930’s, el gas y el petróleo se han convertido en la piedra angular de la economía qatarí, y más del 60% de sus fondos proceden de la explotación de estos yacimientos. A diferencia de sus países vecinos, Qatar goza de buena reputación. El Índice Mercer del Coste de la Vida en 2021 situó a Doha en el puesto 130 de un total de 209 ciudades. Esto significa que Doha es menos cara que Dubái o Abu Dhabi, ciudades principales de los Emiratos Árabes Unidos.
Otra de las estrategias que ha ayudado a la buena reputación del país son las numerosas competiciones deportivas que acoge el país. Desde el Mundial de Atletismo en 2019, o la Copa Mundial de Fútbol en 2022, pasando por torneos de tenis de la ATP, o competiciones de MotoGP, el mundo del deporte ha contribuido a la buena imagen del país. Y tiene mucho que ver con la creación de edificios: se necesitan nuevas sedes para la celebración de estos eventos. No son los únicos, y la cultura también ha sido uno de los reclamos para los arquitectos, que han puesto sus ideas al servicio de la creación de museos o bibliotecas en el país del golfo.
Museo Nacional de Qatar y Doha Tower, de Jean Nouvel
El francés Jean Nouvel, ganador del premio Pritzker en el año 2008, firma dos de los edificios más emblemáticos del país: el Museo Nacional de Qatar y la Doha Tower. El primero, con un diseño inspirado en la formación de cristales conocida como “rosa del desierto” que se puede encontrar en el desierto qatarí, es ya uno de los símbolos del país. Con 11 galerías repartidas en 40.000 metros cuadrados, el museo está dedicado a la historia de Qatar, desde su formación geológica, pasando por su pasado como población nómada en el desierto hasta su actualidad.
Para la Doha Tower, también conocida como Burj Doha, Nouvel se inspiró en la forma de las torres tradicionales para aves construidas con barro y arcilla, que aún se pueden visitar en algunas de las partes del país, como Katara Cultural Village. Con 238 metros de altura, el revestimiento del edificio imita al mashrabiya, un elemento típico de la arquitectura árabe tradicional. Por la noche, la torre se ilumina con un color naranja para adornar la noche qatarí.
Museo de Arte Islámico, de Ieoh Ming Pei
El arquitecto Ieoh Ming Pei, conocido especialmente por el diseño de la pirámide de cristal del Louvre, se encuentra detrás del reconocido Museo de Arte Islámico de Qatar. Para su creación, el premio Pritzker se inspiró en la mezquita de Ahmad Ibn Tulun de El Cairo, en Egipto, aunque para muchos la parte superior del museo recuerda también a los ojos de una mujer con batula, la máscara tradicional qatarí. El edificio se asienta además sobre una isla artificial de terreno ganado al mar (¿es necesario este daño al medioambiente?), y funde elementos tradicionales del estilo árabe con otros de diseño moderno.
Biblioteca Nacional de Qatar, de Rem Koolhaas
El paraíso de cualquier amante de los libros y el diseño, la Biblioteca Nacional de Qatar es igual de impresionante por dentro y por fuera. Firmada por el holandés Rem Koolhaas, ganador del premio Pritzker en el año 2000, la biblioteca cuenta con un diseño exterior en forma de diamante, y un interior marcado por sus grandes ventanales que convierten a la luz en la gran protagonista. Una iluminación que realza las estanterías que llenan el espacio y acogen la impresionante colección de libros, manuscritos y documentos de la biblioteca.
Estadio Al Janoub, de Zaha Hadid
Este estadio fue de las sedes para la Copa Mundial de la FIFA en 2022. Su diseño, inspirado en la cultura marítima de Qatar, simula unas grandes velas de un barco de pesca. Después de 6 años de planificación y construcción, Zaha Hadid Architects pudo terminar (de forma póstuma, ya que la arquitecta falleció en 2016) el estadio ubicado en la ciudad costera de Al Wakrah. La construcción del estadio, que se inició en 2013, no ha estado exenta de polémica: el diario The Guardian cifró en 6.500 el número de muertes de trabajadores relacionados con la construcción de las sedes para el mundial de fútbol.
Centro Nacional de Convenciones de Qatar y Ceremonial Court, de Arata Isozaki
El Centro de Convenciones y Exposiciones de Doha acoge algunos de los eventos más importantes del país en sus distintos pabellones y salas de conferencias. Pero lo más llamativo de este edificio, obra del arquitecto japonés Arata Isozaki (autor, entre otros, del Palau Saint Jordi, y que falleció en diciembre de 2022), es su exterior, sostenido por grandes estructuras entrelazadas representando ramas de jinjoleros, árboles que simbolizan tradicionalmente la sabiduría.
La plaza Ceremonial Court, en la misma zona y del mismo arquitecto, es otro ejemplo más de la unión de diseños cuidados y modernos con elementos tradicionales qatarís. Un espacio al aire libre que llama la atención por sus pérgolas, decoradas por intrincadas celosías que rodean la plaza, completada por una zona de agua, un escenario para eventos y dos torres de iluminación.
De Aravena a Herzog & de Meuron: más premios Pritzker proyectan futuros edificios en el país
El skyline de Qatar y su oferta cultural continúan creciendo sin descanso, marcando el desarrollo de un país que pone en valor su oferta artística y su cuidado diseño. Siguiendo los planes de futuro del país, son múltiples los premios Pritzker que se unirán al listado de grandes nombres con firmas en el horizonte qatarí. Jacques Herzog, autor de la Tate Modern de Londres y Premio Pritzker en 2001, se encargará del futuro Lusail Museum; Rem Koolhaas sumará una nueva construcción en Qatar con el Museo del Automóvil; y el chileno Alejandro Aravena, ganador del Pritzker en 2016, estará al frente del nuevo museo Art Mill, dedicado al arte contemporáneo.
