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casa en el país vasco

La magia de Iñigo Iriarte ha convertido esta casa de 50 m2 en una obra de Alta Costura.

Una antigua casa de invitados en un caserío vasco ha recuperado algo más que la habitabilidad. Gracias a la magia del interiorista Iñigo Iriarte, que ha redistribuido el espacio y lo ha vestido con texturas y materiales lujosos, esta pequeña casa de sólo 50 metros luce ahora como un verdadero mini palacio en medio de un bosque en el País Vasco.

El lujo aplicado a una casa pequeña de sólo 50 metros

No es un recién llegado al mundo de interiorismo, pero el nombre de Iñigo Iriarte está sonando fuerte en un sector en constante renovación. Después de abrir Veluto, su concept store en San Sebastián (donde se pueden adquirir muebles y piezas diseñadas por él mismo), los proyectos de diseño interior de Iriarte han empezado a aflorar desde el año pasado, con unos resultados espectaculares.

En este caso, presenta un proyecto de reforma integral situado en una zona rural del País Vasco, una pequeña edificación existente y anexa a un antiguo caserío, destinada anteriormente a almacenaje y trastero y ahora reconvertida en un pequeño apartamento para invitados.

caserío vasco
La casa forma de parte de un caserío en el País Vasco, pero había caído en desuso.

El propósito del proyecto era crear una vivienda sencilla, acogedora y puntera en diseño en una superficie total de 50 m2. Para ello, se ha pensado en una distribución abierta, que cuenta con un espacio de salón-cocina-comedor y una zona de dormitorio con un baño.

Salón con banco en ventana, Iñigo Iriarte
En el acogedor salón, sofá Désirée con tejido de Yutes, mesas de hierro diseño de estudio Iñigo Iriarte Interiorismo, manta de Dedar, en Veluto, alfombra de Cotlin y cojines de Dedar, en Veluto.La silla francesa y la lámpara de pie son de anticuario francés .

El corazón del proyecto es la chimenea que une, vertebra y da sentido a la vivienda; se trata de una chimenea de leña a tres caras, ubicada en el extremo del mueble de la zona de cocina. Es el elemento que separa físicamente el dormitorio de la zona de día, pero que también une, con su juego de transparencias, ambos espacios.

chimenea de madera para separar ambientes

Una cocina con isla de mármol

La cocina, diseño del propio estudio, cuenta con una zona de muebles altos y una isla escultórica con una mesa de mármol en voladizo. El propósito de la cocina era que conviviera armónicamente con la zona de salón, incorporándose a la parte distinguida de la vivienda fuera de convencionalismos y apostando por un diseño sincero y contundente.

cocina con isla de mármol travertino
En la cocina, sillas encontradas en un anticuario francés, restauradas y tapizadas con tela Dedar. La escultura es de la colección de los propietarios, grandes amantes del arte.

Por eso fue muy importante tanto el diseño como la elección de los materiales. Todos los elementos propios de la cocina, exceptuando la zona de cocción que se encuentra en la isla, quedan panelados o integrados con los propios materiales de revestimiento, como por ejemplo la pileta, que está ejecutada en el propio mármol del nicho de la cocina.

cocina con isla de madera y mármol
diseño de cocina con mármol travertino y paneles de madera

Para ganar amplitud y perspectiva, se amplió un hueco de fachada; una ventana cubo que funciona como mirador y sofá al mismo tiempo. Este hueco con vistas al jardín permite disfrutar durante todo el día de la naturaleza y bañar todo el espacio de luz natural. Al anochecer, se ha diseñado al detalle una iluminación exterior que aporta una nueva visión de todo el conjunto y permite redefinir los espacios.

Decoración en tonos tierra (y con un festival de texturas)

La gama de colores y de materiales han sido una decisión fundamental. Los tonos tierra, verdes y marrones, junto a acabados en madera y piedra natural son la clave del lujo que destila esta vivienda. Además, los textiles en terciopelo y estampados ofrecen privacidad, intimidad y recogimiento, mimetizándose con la naturaleza circundante. 

decorar con un cabecero estampado

Tanto el cabecero como los apliques han sido diseñados por el estudio. Las mesas de noche que acompañan al cabecero son un guiño que ha querido hacer el estudio al tradicional levantamiento de piedra vasco y que ha ejecutado el escultor Unai Gabilondo. El conjunto de las diferentes texturas que conviven en este espacio lleva el sello del estudio: la cortina en terciopelo, el lavabo de mármol travertino, el cabecero tapizado, los apliques de latón, los armarios entelados y el despiece de espejo ahumado en color bronce.

lavabo de mármol, Iñigo Iriarte
El baño esta integrado en el dormitorio. El lavabo en mármol es diseño de Iñigo Iriarte Interiorismo.

Este último es el que esconde en la puerta enrasada de acceso al baño, con un lavabo en mármol. Además, cuenta con una ducha en el mismo material y grifería de la marca CEA Design. Los nichos de luz que se proyectan en ambos laterales del baño ofrecen un toque de actualidad a los materiales que lo componen. La elección del inodoro suspendido, de la marca NIC, se realizó de acuerdo a la paleta de colores seleccionada.

ducha en mármol con luz incorporada

La inquietud de los propietarios por el arte empujó al estudio a estudiar y potenciar a selección de obra escultórica y pictórica. Han conseguido convertirse en uno de los grandes atractivos del proyecto, con permiso de la decoración.

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