Arquitectura local, tonos tierra y materiales naturales en esta vivienda con vistas a la Serra de Tramuntana.
Nora Arquitectura ha diseñado una casa en la zona de Sa Pobla, en Mallorca, que reinterpreta la tradición local adaptándola a las necesidades domésticas actuales. El resultado es una vivienda en forma de cruz que se adapta perfectamente al entorno y utiliza con maestría materiales ecológicos y de proximidad.
Reinterpretar la tradición
Es común que la arquitectura contemporánea tome inspiración de lo vernáculo. Las construcciones locales, gracias a un profundo conocimiento y respeto por el entorno, han demostrado ser más sostenibles y funcionales que muchos edificios morfológicamente avanzados. Por ello, echar la vista atrás en esta ocasión no significa retroceder, sino aprender de aciertos pasados para crear mejores arquitecturas.
Para ilustrar este concepto podemos fijarnos en proyectos como la Casa dels Vents de Nora Arquitectura, una vivienda que reinterpreta la tradición para proponer vanguardia. Ubicada en Sa Pobla, una localidad situada al norte de Mallorca, representa un magnifico ejercicio de comprensión y adaptación al entorno a través de la arquitectura vernácula.
En el proyecto detectamos varios elementos de las construcciones locales como las cubiertas inclinadas, el uso de materiales naturales y la tipología de los huecos. En cualquier caso, el acierto de Casa dels Vents no es reproducirlos sino adaptarlos según las solicitudes domésticas actuales.
La orientación como estrategia proyectual
Formalmente la vivienda cuenta con una superficie de 310 m2 y se compone de dos piezas en forma de cruz que albergan los espacios funcionales. Pese a la aparente aleatoriedad de dicha disposición, existe un motivo de peso: captar la mayor incidencia del viento. De este modo, los volúmenes se colocan a 45º respecto el norte, lo que permite disfrutar del embat o brisa marina diurna y del terral, que corresponde al viento que sopla de noche.
Internamente se rompe la contundente geometría exterior gracias a cuatro patios que inundan de luz natural el interior. Además, la zona de día se sitúa en el centro del proyecto lo que permite relacionar las zonas más públicas con una piscina coronada por un porche.
Tierra y pavimento de marés
Uno de los elementos clave del proyecto la materialidad en tonos terrosos escogida por Nora Arquitectura. Una vez más, esta decisión ha sido muy meditada teniendo en cuenta materiales locales que fuesen respetuosos con el entorno. La envolvente exterior se soluciona con piezas de tierra compactada que forman un zócalo perimetral. El pavimento de las zonas de paso se materializa con marés y el interior de la vivienda cuenta con madera natural que aporta calidez al conjunto.
Fotografía: Ricard López