Pasado y presente dialogan en la rehabilitación de esta casa unifamiliar en la Garriga.
El estudio Mirag, liderado por Pau Millet y Xavier Ramoneda, plantea una reforma respetuosa con la memoria arquitectónica de esta casa unifamiliar. Ubicada junto al casco antiguo de la Garriga, la vivienda habla de tradición y diseño.
Pasado y presente, tradición y diseño
La Garriga es un pequeño pueblo situado entre el Mediterráneo y las montañas cerca de Barcelona. Con un marcado legado modernista, esta localidad se ha convertido en todo un referente de la naturaleza y de la historia catalana. Cerca de su casco antiguo, en un edificio de dos plantas construido en 1884, el estudio Mirag ha llevado a cabo la rehabilitación de una casa unifamiliar.
Esta vivienda ocupa un estrecho solar de 5 x 30 metros. Para su reforma, los arquitectos Pau Millet y Xavier Ramoneda han desarrollado un proyecto capaz de mantener la memoria arquitectónica del lugar introduciendo elementos contemporáneos.
Una rehabilitación basada en la comodidad, la funcionalidad y la fluidez de la transición entre las diferentes estancias. El resultado ha sido una casa unifamiliar de 150 m2 con espacios generosos y conceptos abiertos repletos de luz natural.
Materiales y elementos en crudo
La reforma parte de la necesidad de ser respetuosa con la arquitectura original. Para ello, se ha mantenido la estructura preexistente y las escaleras como núcleo central de la casa.
Además, se han mantenido las vigas que recorren los altos techos, así como el ladrillo visto en algunas de sus paredes. Elementos en crudo que refuerzan el concepto de típica casa de pueblo.
Los materiales que se han introducido en la vivienda hablan siempre de tradición y cercanía. Baldosas de cerámica, revestimientos de ladrillo o madera y piedra natural que establecen un fuerte vínculo entre la casa original y la intervención de Mirag.
La paleta de colores empleada evoca suavidad, frescura y bienestar. Tonos verdes y azules pastel que neutralizan los materiales desnudos mientras crean una atmósfera acogedora, cálida y relajada.
Las escaleras como catalizador de luz natural
Las escaleras aparecen como el núcleo central de la vivienda y determinan la distribución de la casa. A la entrada, sorprende un juego geométrico de superposiciones en un tono azul lavado.
Esta estructura abierta permite crear diferentes perspectivas e interesantes relaciones visuales desde cada punto de la vivienda. Además, se ha planteado como una solución para optimizar y bañar de luz natural todos los rincones de la casa.
Así pues, el estudio barcelonés Mirag ha llevado a cabo una rehabilitación respetuosa con la memoria de la Garriga sin renunciar a la funcionalidad y el diseño de la arquitectura contemporánea.
Fotografía: Del Río Bani