Curiosa reforma en Murcia de una casa llena de curvas.
La arquitecta Laura Ortín ha sido la encargada de reformar una vivienda en Murcia que contaba con un elemento privilegiado: las vistas, y otro curioso: las curvas. El proyecto aprovecha ambas virtudes y trata de crear un espacio centrípeto que dialogue con el exterior de forma sinuosa.
Un piso de los años 80 con unas vistas privilegiadas
La vivienda se sitúa en el mismo edificio que otro de los proyectos más recientes de Laura Ortín Arquitectura. Es por ello que las virtudes del estado actual estaban claras: unas vistas privilegiadas al parque contiguo. El nombre del proyecto -Casa Almez- no es arbitrario; almeces, palmeras y ficus centenarios harán el deleite de sus nuevos inquilinos.
El punto de partida para la concepción formal del proyecto fueron los requerimientos de los clientes. Demandaban una cocina abierta al salón, tres habitaciones y una zona de estudio. Además, era premisa indispensable que los espacios contaran con cierta independencia y potenciar el contacto exterior con el parque.
El espacio se distribuye gracias a un ágora doméstica
La solución adoptada para esta reforma en Murcia fue crear una zona abierta central a modo de ágora. De este modo, el elemento actúa como un espacio asambleario, entre público y privado, que permite conectar todas las piezas del programa funcional.
Concretamente, este elemento centrípeto distribuye la vivienda en tres bocas o conexiones que comunican de manera permeable la zona de ágora doméstica con las habitaciones, la terraza y la cocina.
La terraza como elemento de relación exterior
Otro elemento que vale la pena mencionar de esta singular reforma en Murcia es la terraza. Esta pieza del programa funcional se introduce de manera inteligente en la vivienda dotando de luz natural, vistas y amplitud espacial no solo a la zona central sino también a uno de los dormitorios.
De este modo, este elemento acristalado se amplía respecto a su superficie original para potenciar la relación con el exterior y actuar como una prolongación de la vegetación existente en el parque contiguo.
Gama cromática en tonos arena y terracota
El proyecto de Laura Ortín cuenta con una materialidad cálida en colores neutros. Destaca el uso de diferentes tipologías de cerámica para revestimientos horizontales y verticales que juegan con las juntas para evitar caer en el uso tradicional de este material.
La gama cromática generalizada en tonos arena y terracota únicamente se ve interrumpida en la habitación infantil. En esta pieza del programa funcional se han empleado tonos malvas para recrear una atmósfera idealizada que fomente la creatividad de los más pequeños.
Fotografía: David Frutos