David Ogilvy inspira la nueva sede de DAVID Mad en Chamberí.
La agencia creativa DAVID Mad estrena oficina en una de las arterias principales del barrio madrileño de Chamberí. Un espacio amplio, contemporáneo, tecnológico y funcional, para el que el estudio de interiorismo MIL Studios se ha inspirado en el fundador del grupo y figura histórica de la publicidad David Ogilvy.
La calle Ríos Rosas, a tan sólo 700 metros de la Castellana, ha sido el emplazamiento elegido por DAVID Mad para su nueva sede en Madrid. Una privilegiada localización, en la que MIL Studios (Madrid in Love) ha creado un espacio que reivindica el carácter y la identidad de esta conocida agencia creativa.
David Ogilvy al desnudo
El profundo análisis de David Ogilvy ha sido un elemento clave a la hora de acometer este proyecto. “Quisimos conocerle al detalle, saber cómo pensaba, que le movía por dentro, en qué se inspiraba… para lo que comenzamos analizando en detalle una de sus campañas más conocidas: El hombre en la camisa Hathaway» cuenta Juan Luis Medina. El director creativo de MIL Studios destaca cómo ese análisis les acercó a una forma de trabajo y pensamiento única.
Equilibrio, sobriedad y elegancia
La infalible dirección de arte de todas sus campañas, la importancia de la identidad propia, el cuidado por los detalles, el equilibrio, la sobriedad y la elegancia de un trabajo que obtiene como resultado un producto atemporal, atractivo y sexy son algunos de los aspectos que definen el trabajo de David Ogilvy y que los interioristas han plasmado en el interiorismo de estas oficinas en Madrid.
Un espacio despojado en capas
«Traducir la identidad de Ogilvy a través del espacio ha sido el principal reto en este proyecto», cuentan desde el estudio madrileño. Un objetivo materializado a través de un recorrido gradual por el propio espacio que de forma metafórica desviste al personaje. Desde lo más público a lo más privado, la nueva sede se muestra como un local envuelto por una gran chaqueta que se va despojando de capas.
Como si se tratara de un ‘striptease’…
Las áreas más informales y públicas de la entrada, la zona de office y la de recepción dan la bienvenida a los visitantes. Además, conectan con la gran terraza, punto vital del proyecto y objeto de miradas.
Más adelante, la segunda zona se muestra como una gran plaza, versátil y amplia, un punto de encuentro presidido por una imponente lámpara que unifica el ambiente.
Avanzando por el espacio emerge ‘el ágora’, dedicada a reuniones y presentaciones. A través de elementos textiles y una tenue iluminación sorprende y seduce.
Como todas las demás, esta prenda se queda en el camino para dar paso a una gran sala rosa que alberga el espacio multifuncional más privado.
Como colofón y tras liberarse de todas las capas, surge la esencia de la agencia: la oficina del director. Un espacio unido visualmente al de trabajo del equipo, pero que puede convertirse en el punto más privado e íntimo de la oficina.
De lo más público a lo más privado
En todo momento, el diseño trata de potenciar el concepto de jerarquía, que va de lo más público a lo más privado. No sólo a través de la distribución de los usos, sino también con los objetos, texturas y materiales. Filtros o peines descolgados del techo recorren la oficina jerarquizando los espacios; mientras que la gran cortina (chaqueta azul) que rodea la oficina y simula, cada vez que es atravesada, el acto de desvestir, además de revelar poco a poco el resto de espacios ocultos.
Encargado de zonificar la áreas más sociales, el mobiliario se usa además para separar usos; mientras que el color organiza y dota de carácter los distintos sectores. Por su parte, el suelo genera una base continua y lisa que lo unifica y prioriza.
Fotografía: Manolo Yllera