Atrevido, rompedor y con guiños ochenteros: así es este piso en San Sebastián.
El interiorista Mikel Irastorza firma el diseño atrevido y lleno de color de un piso en San Sebastián que hace guiños al estilo ochentero Memphis sin dejar de lado la elegancia.
Una reforma llena de color
Desde el primer momento en que visitó este piso en San Sebastián, el interiorista Mikel Irastorza comprendió que requería una reforma integral con el fin de adaptarlo a sus nuevos propietarios y su estilo de vida actual. La vivienda, ubicada en el centro de la capital guipuzcoana, se encuentra en un edificio de principios del siglo XX que sufrió una reforma para ser dividido y convertir sus plantas en pisos más pequeños. Además de diseñar una nueva redistribución, el interiorista apostó por un diseño ecléctico y muy atractivo para rejuvenecer el espacio a base de color.
Dialogando con el pasado
Sin embargo, se mantuvieron algunos elementos de la arquitectura original, lo que hace que lo más contemporáneo dialogue con la esencia del edificio. «Por eso enmarcamos algunos techos con molduras de escayola que recuerdan y subrayan el factor histórico de la casa», explica Irastorza. En líneas generales, la vivienda se divide ahora en una zona común de espacios abiertos y flexibles, y los dormitorios en el área privada. En todo ello, se ha mantenido un concepto de diseño que se basa en una caja blanca y tarima de roble natural muy clara. Una apuesta que multiplica y potencia la luminosidad y amplitud de la vivienda.
Espacios abiertos y sociales
El salón, con una cocina abierta, es una verdadera puesta en escena en la que el color y las formas vanguardistas hacen del interiorismo una propuesta divertida. Todo pretende romper con los cánones tradicionales. Además, hay un soterrado guiño al estilo Memphis de los años 80. Sobre todo, con los colores flúor, las formas geométricas arbitrarias y el ‘no-minimalismo’. Claves de un movimiento que marcó toda una década en el siglo XX.
La cocina se compone de dos bloques. Por un lado, muebles de trabajo en línea enmarcados con un atrevido papel de LondonArt. Por otro, una isla escultural diseñada a medida, con encimera revestida con Dekton de Cosentino, en color blanco nieve. Una mesa adosada, hecha en piedra natural aporta tonos grises y textura, y se convierte en un elemento muy llamativo. Toda la composición resalta la obsesión por la geometría y el aspecto emocional del concepto de diseño.
Un estilo muy artístico
Aún más colorido es el dormitorio principal, en el que el interiorista eligió un llamativo papel pintado. El cabecero de color mostaza hecho a medida y la mesilla de Thai Natura completan la composición divertida y explosiva. Algo que también se mantuvo en el dormitorio infantil, acentuando el carácter lúdico del diseño. En toda la vivienda el juego de colores se conjuga con una selección de arte contemporáneo. En ella, cuadros y esculturas de artistas nacionales y extranjeros se convierten en elementos protagonistas.
Fotografía: Belén Imaz.
Estilismo: Pete Bermejo.