Diseño fresco y funcional para una clínica dental en Milán.
El grupo Impress ha vuelto a confiar en Raúl Sánchez Architects para una de sus clínicas dentales, esta vez en Milán. Con un diseño enfocado al público más joven, el proyecto se resuelve mediante una curva de madera de pino que aloja todos los espacios funcionales.
Una clínica que rompe estereotipos
¿Qué imagen mental proyectan los espacios clínicos? A todos se nos han quedado grabadas en la retina visitas al dentista en espacios asépticos, fríos y blancos. Se trata de una consolidación en la tipología de arquitectura sanitaria, que se resiste a dejar paso a proyectos rompedores en el sector.
Para poner fin a esta situación encallada en el espacio tiempo, el arquitecto Raúl Sanchez propone soluciones subversivas. Un diseño joven y rompedor, materializado mediante paredes curvas en madera natural, cortinas de suelo a techo y tonos rojos son su apuesta ganadora para esta clínica dental en Milán.
Prueba del éxito de esta propuesta es la prolífica relación de Sánchez con el grupo dental Impress, que le ha confiado la tercera clínica dental, esta vez fuera del territorio español.
Milán como telón de fondo
Tras las experiencias diseñando las clínicas Impress de Barcelona y Valencia, el arquitecto se atreve ahora con la capital de la moda y el diseño por antonomasia. Milán siempre es una buena fuente de inspiración para cualquier creación artística y este caso no es una excepción.
La influencia en este caso viene por parte de uno de los teatros de ópera más famosos de Milán: el teatro de la Scala. De esta referencia se toma el tratamiento en colores rojos de los cortinajes que le confieren al conjunto un aspecto representativo y teatral, propio de cualquier escenario italiano.
Formas abstractas y diseño funcional
Un buen proyecto arquitectónico es aquel que permite solucionar los requerimientos del programa funcional sin necesidad de añadir elementos externos a la arquitectura per se. Esta clínica dental en Milán resuelve todo el programa mediante un único gesto, materializado en una gran curva de madera de pino, que organiza todos los espacios funcionales.
Gracias a este elemento, la clínica se lee desde el exterior de forma muy abstracta y teatral. El color rojo baña suelos y techos, y también está presente en las cortinas que cierran los pequeños espacios recubiertos de moqueta roja.
El código de colores también permite diferenciar los distintos ambientes. Éste se hace patente en los gabinetes, ya que al cruzar la línea de la curva en planta los colores cambian, y los rojos se transforman en blancos.
Fotografía: Helenio Barbetta