Una casa estilo Milán en Palma de Mallorca.
Esta elegante casa en blanco, negro y dorado no está en la milla de oro de Milán, sino entre las apretadas calles de Palma de Mallorca. Sus propietarios no querían perder de vista sus raíces y optaron por trasladar el estilo de la capital de la moda y el diseño al corazón de la ciudad.
La interiorista barcelonesa Isabel López-Vilalta se ha encargado, junto a su equipo, de hacer cumplir el sueño de la pareja propietaria. Sintonizar ese espíritu elegante, sofisticado y frío de la capital de la moda y el diseño, Milán, a una ciudad cálida y mediterránea como es Palma. La vivienda de 215 m2 está situada en el último piso de un edificio de los años 50 del ensanche de la ciudad. Sus elementos arquitectónicos originales han marcado gran parte del diseño.
La estructura de los edificios propios de esta época, de hormigón, y la fachada con un ritmo de huecos que inundan los espacios interiores de luz natural han sido claves a la hora de realizar el proyecto. De ahí los techos artesonados que se han creado para potenciarla. La vivienda se distribuido en dos zonas, la de día y la de noche. Entre ambas, se ha dispuesto un núcleo central que acoge las zonas más prácticas.
El salón se conecta con la biblioteca, el comedor y la cocina
Todos los ambientes de la zona de día cuentan con vistas al exterior y buena luz natural. Están interconectados. Así, se crea una sensación de amplitud. Desde el hall de entrada, decorado con una consola de Ceccotti, una lámpara de Gubi y un espejo de Cassina, se accede al salón que establece una conexión visual con la biblioteca, el comedor y la cocina.
En el salón, como en el resto de la casa, la arquitectura de los años 50 se ha resaltado con el contraste de la luz natural con los tonos negros de la madera, el mármol y el latón. La zona de estar del salón está presidida por una obra de Manolo Ballesteros, adquirida en Alzueta Gallery, e iluminada según el proyecto de Viabizzuno. Para decorarla, se ha elegido un sofá de Flexform tapizado en lino natural y cojines de Lo de Manuela. La mesa de centro de mármol Marquina es un diseño del estudio y alfombra de Cotlin Barcelona.
Detrás del sofá, llama la atención la estantería de latón realizada por el estudio que conecta con la zona de almacenaje, con las paredes revestidas de canutillo de madera teñida en negro.
El comedor y la cocina comparten espacio
El otro lado de este espacio diáfano se ha destinado a la zona de cocina y comedor. La cocina es un diseño de Bulthaup y cuenta con electrodomésticos de The Art of Living de Frigicoll, empresa española con más de sesenta años de historia.
Distintos módulos de estanterías, diseño del estudio, conectan esta zona con la de almacenaje y armarios, realizados en madera teñida en negro, a tono con la cocina. En la estantería destaca una obra de Pablo Bruera, así como una lámpara de Flos. Delante, la silla Superleggera de Gio Ponti, de 1951 que edita Cassina, todo un icono del diseño italiano, completa el look de Milán que querían dar los propietarios a su casa de Mallorca.
En cuanto al mobiliario, parte es diseño del estudio de Isabel López-Vilalta + Asociados, creado a medida para la casa. El resto, piezas icónicas del diseño italiano y otras contemporáneas, pertenece a grandes firmas italianas como Poliform, Cassina, Minotti, Flexform, Knoll, todo suministrado por el estudio Ff&E. Y en lo que respecta a la iluminación, cuidadísima, el proyecto ha corrido a cargo de otra importante empresa italiana, Viabizzuno.
La zona de comedor está decorada con una mesa oval de Gubi, al igual que las lámparas doradas y sillas tapizadas en lino natural color verde oliva, de Poliform. Detrás, destaca una imagen de Andrea Torres junto a una escultura de Abigail Ozora Simpson; ambas proceden de la galería de Miguel Alzueta de Barcelona.
El blanco, el negro y dorado
Todo los tonos de la casa vienen dados los propios materiales: blanco, negro y dorado; colores muy contrastados. Combinados con tejidos naturales como el lino, el algodón y la piel en toda la gama de neutros, nos aportan una sensación exclusiva, a la vez que cálida y confortable.
Arte y diseño en dormitorios y baño
Un pasillo conduce a la zona privada compuesta por tres dormitorios. El principal es una suite en la que el baño conecta como eje central los vestidores, el tocador y la zona de dormitorio.
El dormitorio está protagonizado por una obra de Manolo Ballesteros, de Alzueta Gallery. Está situada sobre el cabecero realizado a medida en piel marrón. La está cama vestida con textiles de Lo de Manuela. Toda la iluminación es de Viabizzuno. El banco de piel marrón, situado a los pies, es de Living Divani, la alfombra de damero de Poliform y el sillón, la famosa Platner Easy Chair (1966) con su reposapiés en terciopelo beige, de Knoll. Al lado, la espectacular lámpara escultura de papel de Isamu Noguchi Akari (1951) que edita Vitra.
El vestidor/tocador es de madera madera de roble, como las puerta del armario, con marco de la misma madera y papel pintado de lino color blanco roto. Todo a medida diseño del estudio. La silla Indochine (1943) en piel marrón claro y estructura negra es un diseño de la gran arquitecta y diseñadora Charlotte Perriand, que en la actualidad reedita Cassina.
El resto de las habitaciones están presididas por obras de arte de la colección de los propietarios.
Un cuarto de baño en mármol negro y dorados
El cuarto de baño es un espacio espectacular. Uno de los deseos de la propietaria era tener un baño de mármol negro Marquina y el estudio de Isabel López-Vilalta lo ha hecho realidad. El pavimento, el lavamanos exento y la bañera son de mármol negro Marquina y están diseñados por el estudio.
Está divido en varios ambientes y cuenta con grifería de Dornbracht y armarios de canutillo de madera teñida de negro. En el techo destaca la claraboya de luz artificial con perfilería de latón, de la que se suspende el espejo, también de latón. El revestimiento de pachtwork de latón y vidrio texturado oculta el inodoro y la zona de aguas, ducha y sauna.
En definitiva, los materiales, el mármol negro, la piedra caliza, la madera teñida de negro en pasillos, cocina y armarios, y el latón dorado en la biblioteca y elementos decorativos, más el diseño italiano y la colección de arte dotan a la casa de ese espíritu elegante y atemporal y ese look estilo Milán que sus propietarios deseaban trasladar a Mallorca.
Fotografía Salva López