Un apartamento muy personal en Madrid.
La propietaria de este apartamento a estrenar en Madrid buscaba un espacio diferente y personal que se alejase de la típica casa estándar. Para ello recurrió al estudio de interiores Deleite Design, antes incluso de recibir las llaves de su nueva casa.
También quería un vestidor y amueblar y decorar todo el apartamento a su gusto. Lara de la Mata y Daniel Povedano, de Deleite Design, han creado con estas directrices un interiorismo donde la luz y el color son los protagonistas. Un proyecto que más que en una reforma integral, busca interesantes soluciones con grandes resultados.
El trabajo comenzó sobre los planos de la constructora. Explican los interioristas que pudieron ir a medir en la primera visita que hacen a los propietarios. “Esto nos permitió ganar mucho tiempo y poder ir definiendo no sólo la distribución, sino también el mobiliario y la decoración de la vivienda”.
Dar luz a la cocina y comunicarla con el salón
La cocina era un tubo oscuro y cerrado. El trabajo de los interioristas buscó la fórmula de paliar el problema y encontró la solución abriendo una ventana al salón y añadiendo una barra para desayunar y comer. La propietaria no quería un comedor formal porque no lo iba a utilizar. En su lugar se creó esta barra con una ventana de guillotina. Esto le permite cerrarla mientras cocina.
Papel pintado para personalizar la zona de estar
Para la principal pared del salón Deleite Design eligió un mural de tonos blancos y grises, decorado con un suave paisaje que no condicionara el resto de la decoración, sino que la realzara. En esta pared es donde se sitúa el protagonista del salón: un aparador, de la firma valenciana Momocca. El modelo Adara de madera, con puertas ranuradas y revestido con un porcelánico blanco de Dekton en la superficie. Se ha elegido en colores claros, y a tono con la mesa de centro Exo de Kendo Mobiliario. El espacio se complementa con una String, la clásica estantería modular de diseño sueco, creada en 1949; aquí en negro. El toque de color lo aporta el sofá de terciopelo azul en sintonía con el resto de acabados, maderas y tonos suaves. Los jarrones Dual de Deleite completan el toque personal a la decoración del apartamento.
Eliminar una habitación para ganar un vestidor
Para poder realizar el sueño de la propietaria y conseguir incorporar un vestidor a su dormitorio, el primer paso fue eliminar una de las tres habitaciones. Tras tirar los tabiques y unir los dos cuartos, se estableció la pared principal donde iría el cabecero de la cama. En la pared contraria se creó un armario de pared y otro central. Con él se marca la zona de vestidor y la divide de la de dormir. Al estar en el centro del dormitorio, tenía que ser una pieza muy especial. No llega al techo para no interrumpir el paso de la luz, ni la continuidad espacial. Tampoco está limitado con ninguna pared, sus funciones son servir de almacenaje, separar espacios y camuflar la televisión y los aparatos y enchufes de la misma.
Una sinfonía de colores
La habitación se convierte así en una explosión de colores a través del armario, el papel pintado, los textiles y el cabecero de la cama y las cortinas. Todo esta confeccionado a medida. Sobre las mesillas de noche Monolit de Ethnicraft, las lámparas son un diseño de Deleite Design y aportan ese toque personal que pedía la propietaria, tanto al espacio como al proyecto de su apartamento en Madrid.
La segunda habitación: trabajo e invitados
Por su parte, la habitación de invitados queda convertida en espacio de teletrabajo. Se realizaron unos muebles a medida en madera de roble y se empapeló la pared con un divertido estampado atemporal en tonos blancos y negros. El escritorio es una pieza práctica y versátil. Y tiene truco: se transforma en mesa de comedor cuando llegan invitados a casa.
La iluminación a medida y personalizada
Los interioristas solicitaron a la constructora un único punto de luz por habitación. “Preferíamos realizar un plano de iluminación en base a la distribución de mobiliario – explican – así se controla la cantidad de luz que se necesita en cada espacio». Optaron por instalar focos empotrados y sin marcos, que logran que la iluminación pase inadvertida. Y para puntos concretos como las mesillas de noche o los baños, diseñaron lámparas para dar un toque más personal al apartamento.
Además, en los baños cambiaron los frentes de los muebles del lavabo que había puesto la constructora. «Creamos un diseño fresado y lacado al que incorporamos un tirador dorado. De esta forma le damos un toque diferente al baño sin hacer un gran desembolso».
En definitiva, un prueba más de cómo las soluciones bien estudiadas, el diseño personalizado y un buen estudio de la luz y el color es lo que marca la diferencia en un proyecto y le aporta personalidad.
Fotografía: Carla Capdevila