Del Big Bang a la ciencia actual. CosmoCaixa estrena la Sala Universo.
Bajo un enorme globo terráqueo interactivo y a través de un llamativo juego lumínico, el museo de las ciencias de Barcelona inaugura nueva sala permanente proyectada por Isern Serra y Sylvain Carlet.
Seguramente será uno de los primeros museos al que se acercarán muchas familias tan pronto como sea posible. La renovación de su sala permanente bien vale una larga visita.
Sala Universo
Fue inaugurado en el año 2004 como parte de Obra Social La Caixa, tras la remodelación del antiguo Museo de las Ciencias de 1981. CosmoCaixa enseguida se hizo popular entre el público familiar por sus innovadoras instalaciones, entre ellas el Bosque Inundado, proyectado por Jorge Wagensberg, el Muro Geológico y su mítico el péndulo de Foucault. Ahora ha tocado el turno de dar un nuevo look and feel a la antigua Sala de la Materia.
La conceptualización de la nueva Sala Universo, sus contenidos, diseño gráfico y producción han sido obra del propio museo junto a MediaPro Exhibitions. El diseño interior lo firman Isern Serra y Sylvain Carlet. Para la ocasión han creado un impactante juego lumínico que narra la creación del cosmos y la evolución de las especies, hasta lo más profundo del cerebro humano.
Kosmos, Evolución y Conocimiento
La sala se encuentra en planta baja del edificio proyectado por los arquitectos Esteve y Robert Terradas, que convive con la obra modernista original de Josep Domènech Estapà. Sus 3.500m2 se dividen en tres áreas: Kosmos, Evolución y Fronteras del conocimiento. La primera está dedicada a la creación del universo y la formación de partículas que generaron los planetas. La segunda, a la evolución de la vida desde lo más simple. Y la tercera a la complejidad de nuestro cerebro y las grandes innovaciones de la ciencia.
A diferencia del montaje anterior, ahora todas ellas quedan unidas a través del color negro y los juegos lumínicos, que varían de tonalidad según avanza la evolución. Para ello se han usado los colores primarios, como guiño a las partículas subatómicas, la base de todo lo existente. De esta manera, los espacios quedan ordenados por color, pero sin barreras físicas que delimiten un recorrido obligatorio. Los pequeños visitantes pueden pasear por la sala a su libre albedrío.
Transparencias
Las transparecias cobran ahora un papel importante. A través de cristales, los interioristas han ideado secciones como si se tratara de pequeñas micro-arquitecturas internas. Los vidrios reflejan y descomponen los colores de la luz, creando un llamativo efecto entre lo tangible y lo intangible. Su función es, también, invitar a una reflexión más allá de lo que vemos, incentivando a pensar diferente. Precisamente de eso trata la ciencia.
CosmoCaixa. Calle Isaac Newton, 26. Barcelona