El Pritzker premia la arquitectura responsable de Farrell y McNamara.
El Premio Pritzker 2020 ya tiene ganadoras. Las arquitectas irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, fundadoras de Grafton Architects, han recibido el prestigioso galardón que cada año premia la mejor arquitectura a nivel internacional.
En una elección unánime y sin rastro de polémicas pasadas, el jurado ha destacado la integridad de la arquitectura de Farrell y McNamara, y su filosofía de trabajo basada en la colaboración. Además de «un compromiso incesante por la excelencia en la arquitectura, una actitud responsable hacia el medio ambiente y la capacidad de ser cosmopolitas y al mismo tiempo adoptar la singularidad de cada lugar».
Compromiso con el entorno y la sociedad
Para Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt que patrocina el Premio Pritzker, «Yvonne Farrell y Shelley McNamara transmiten una fuerza increíble en su arquitectura, íntimamente comprometida con el entorno y la comunidad».
Arquitectas y docentes desde la década de 1970, Farrell y McNamara desarrollan una arquitectura respetuosa con la historia y las preexistencias. Desde que fundaron Grafton Architects en 1978 en Dublín, las irlandesas han completado casi 40 proyectos en Irlanda, el Reino Unido, Francia, Italia y Perú.
Sus proyectos logran mantener la escala humana y crear ambientes íntimos dentro de inmensos edificios. “La arquitectura es un marco para la vida humana. Nos ancla y conecta con el mundo de una forma que ninguna otra disciplina creativa logra», apuntan las galardonadas.
Una voz arquitectónica propia
Gracias a un profundo conocimiento del entorno urbano y el oficio de la construcción, desarrollan proyectos modernos e impactantes. Con ellos hacen gala de una voz arquitectónica propia. La que les ha hecho merecedoras del Pritzker 2020. El humanismo, la artesanía, la generosidad y la conexión cultural con cada contexto y lugar dan forma a su trabajo.
Su Irlanda local, una isla repleta de montañas y acantilados, es en gran parte responsable de la sensibilidad por la geografía, el cambio climático y la naturaleza, implícita en todos sus proyectos. Impresionantes y modestos, sus edificios mejoran las ciudades, contribuyendo a la sostenibilidad mientras responden a las necesidades locales.
Muestra de ello es el Campus Universitario UTEC Lima (Perú, 2015). Situado entre una carretera hundida en un barranco y un barrio residencial, fue concebido como un edificio vertical en cascada, que responde a las necesidades climáticas y del lugar. Sus espacios abiertos permiten recibir la brisa del océano y reducir así la necesidad de aire acondicionado.
En las Oficinas del Departamento de Finanzas de Dublín (Irlanda, 2009), los gruesos paneles de piedra caliza local utilizada otorgan resistencia al edificio. Con rejillas bajo ellas para permitir que el aire circule, las ventanas que rodean el edificio ofrecen vistas panorámicas sobre la ciudad.
Sensación de comunidad
Comprometidas con un constante diálogo entre lo interno y lo externo, lo público y lo privado, Farrell y McNamara apuestan por una arquitectura que superpone los diversos niveles de ciudadanía. En Milán, la Universidad Luigi Bocconi (2008) fomenta la sensación de comunidad entre el campus y la ciudad, gracias a un espacio público en planta baja que se extiende e involucra a transeúntes y estudiantes.
Los contrafuertes de ladrillo, rampas y patios de la Universidad Toulouse 1 Capitole, de la Escuela de Económicas (Francia 2019) dibujan la metáfora de una ciudad llena de puentes, muros, paseos y torres de piedra.
El jurado del Pritzker 2020 también ha destacado la gran complejidad de las secciones de muchos de sus proyectos. Gracias a ellas, las arquitectas logran conectar profundos y oscuros espacios interiores con amplios exteriores, iluminando rincones casi imposibles. A menudo, la luz fluye desde tragaluces o ventanas, brindando calidez y ayudando a los habitantes a orientarse fácilmente en un espacio conectado con el exterior.
Fotografías: Iwan Baan, Ros Kavanagh, Dennis Gilbert, Federico Brunetti, Grafton Architects, Alexandre Soria y Ed Reeves.