Cómo convertir un par de sótanos en dos pisos de 45m2.
La optimización del espacio es la especialidad del estudio madrileño Mínimo. Alberto Rubial y Sergio Sánchez saben mejor que nadie sacar la máxima amplitud con el mínimo esfuerzo. Lo averiguamos en su proyecto M02, donde transforman dos antiguos sótanos en pequeños pero apetecibles hogares.
Sacar el mejor partido de cada m2
Alberto Rubial y Sergio Sánchez, al frente del estudio de arquitectura Mínimo, saben que en los tiempos que corren el espacio es un lujo que escasea. En las grandes ciudades, sobre todo la suya, Madrid, las viviendas son cada vez más pequeñas. Por este motivo se han especializado en aportar soluciones eficaces para esta creciente tendencia. Soluciones que pasan, obviamente, por aportar ideas innovadoras que concurran con un desarrollo sostenible.
Su trabajo se fundamenta en tres ejes: diseño modular, distribución flexible y construcción sostenible. Conciben cada uno de sus proyectos bajo estos pilares. Como resultado: casas diseñadas a partir de módulos sencillos, con muebles cambiantes que se adaptan según necesidades y todo focalizado hacia el ahorro energético.
De sótanos a hogares, en el barrio de Salamanca
El proyecto M02 de Mínimo es un claro ejemplo de su trabajo en la optimización del espacio. Ubicados en el preciado barrio de Salamanca había dos pequeños sótanos que el propietario quiso transformar en viviendas. Dadas sus dimensiones (45m2 cada uno), una de las premisas estaba clara: que no hubiesen tabiques y que se maximizara cada metro cuadrado.
Muebles de abedul y acero inoxidable
El estudio vio claro que había que articular el proyecto a través de mobiliario flexible hecho de abedul. Además, con el objetivo de multiplicar la luz, optaron por una gran pieza de acero inoxidable que reflejara los rayos entrantes.
La sensación de amplitud se potencia también con un simple turco: que las grandes piezas de mobiliario no lleguen a tocar el techo. Este detalle refuerza la continuidad del espacio.
Terrazo y libre circulación
Otra elección acertada para agrandar el volumen de la vivienda fue el suelo de terrazo porcelánico. Además de ser tendencia, el hecho de que éste se prolongue hasta el patio exterior aumenta su extensión.
La distribución de las estancias (dos dormitorios, un salón, comedor y cocina y baño) también se maximiza eliminando los espacios de circulación y usando en todo momento materiales sencillos y cálidos.
M02, del estudio Mínimo, es pura inspiración para aquellos que busquen sacar el máximo partido a una vivienda de menos de 50m2.
Fotografía © Amorespictures