Sostenibilidad y naturaleza: Cabanon, una construcción de premio.
Los premios MATCOAM galardonan el Cabanon 1005 de Marta Moreno Cantero y Ricardo Fernández González. Un proyecto sostenible desde el que observar el mar.
Desde que Le Corbusier diseñó «un castillo en la Costa Azul de 3,66×3,66 metros», pensar en un Cabanon es pensar en alejarse del mundanal ruido, descubrir un espacio virgen y disfrutar del paisaje. Y ése ha sido el plan, 60 años después, de los arquitectos Marta Moreno Cantero y Ricardo Fernández González.
Un punto de vista único
El Cabanon 1005 es una cabaña de madera totalmente integrada en un paraje natural. Un pequeño cubo, de algo más de 6 metros cuadrados de superficie, que se ha adaptado a la compleja orografía del terreno, respetándolo y consiguiendo pasar desapercibido a la vista.
Los arquitectos escogieron un claro entre sabinas y palmitos, y lo orientaron hacia el Oeste 265º. Una posición en absoluto dejada al azar: Cabanon 1005 es un calendario solar.
La trayectoria del Sol y la inclinación de sus rayos en momentos clave como los solsticios y equinoccios son los que «marcan las reglas del juego» para cada decisión volumétrica que se toma. Cada apertura está colocada estratégicamente, creando un juego de luces y sombras en el interior. Las ventanas son ojos de buey, entre ellos el que se orienta hacia el solsticio de invierno es una joya reciclada de un buque naval.
Cabanon 1005, ejemplo sostenible y de premio
La cabaña está construida in situ en madera, integrándose a la perfección en el paisaje. Como únicos elementos ajenos están, además de las ventanas, el lavabo y el grifo, el modelo Essence de Grohe, como único equipamiento.
Por su calidad arquitectónica y técnica, el proyecto ha sido reconocido en la 3ª edición de los premios MATCOAM. Entre los más de 40 presentados, Cabanon 1005 se ha llevado una mención en la categoría de sostenibilidad.