Una Casa Panda Yin Yang en Copenhague.
En el zoológico de Copenhague, los pandas gigantes Mao Sun y Xing Er han estrenado casa. Diseñado por el prestigioso estudio danés BIG, y con una geometría inspirada en el Ying Yang, su nuevo hogar recrea el hábitat natural del que es considerado uno de los mamíferos más raros de nuestro planeta.
Casa Panda en el zoo de Copenhage
Tras su llegada al país escandinavo procedentes de China la pasada primavera, los dos pandas gigantes habitan ya su nuevo «hogar». Situada en uno de los zoológicos más antiguos de Europa y con 4.950 metros cuadrados, la Panda House alberga un armónico jardín interior-exterior. En ella, los pandas deambulan libremente y disfrutan de las condiciones ideales para aparearse, uno de los principales desafíos de esta vulnerable especie.
Obra de BIG, Schønherr Landscape Architects e ingenieros consultores de MOE, el proyecto es el resultado de una serie de talleres junto a expertos en pandas, zoólogos y veterinarios. La Panda House forma parte de un conjunto que engloba también la Plaza Central, el Área Nórdica, la Casa de los monos y la Casa del Elefante. Situada en el corazón del parque y accesible desde cualquier lado, convierte a Mao Sun y Xing Er en los principales protagonistas del zoo.
Inspiración Ying Yang
«La arquitectura es como un retrato. Diseñar un hogar para alguien es capturar su esencia y su carácter en una forma construida», cuenta el Socio Fundador y Director Creativo de BIG, Bjarke Ingels. En el caso de los dos pandas gigantes, su naturaleza solitaria requiere dos hábitats similares pero separados. Materializados en un símbolo gigante del Yin Yang, construyen una casa donde los dos lados, femenino y masculino, se completan entre sí para formar un único todo circular. Las líneas onduladas de la sección permiten crear la separación necesaria entre ellos.
Ni los pandas ni los visitantes notan la separación. El recinto juega con la topografía para crear plataformas elevadas e instalaciones subterráneas que se ocultan e integran en el paisaje. Una gran variedad de plantas, rocas, árboles y troncos permiten a los pandas sentirse cómodos, retirarse, descansar o comer sin ocultarse al público. Elementos con agua, como cuencos, arroyos y cascadas enfrían a los residentes durante el verano.
Los humanos, visitantes en el hogar de los pandas
Durante el proyecto, los arquitectos estudiaron las necesidades sociales y de comportamiento de los pandas gigantes, que, excepto durante la época de apareamiento, son solitarios por naturaleza. «La Panda House ha sido diseñada para que los humanos sean los visitantes en el hogar de los pandas, y no para que estos últimos sean invitados exóticos de tierras lejanas», señala el socio de BIG, David Zahle.
La Panda House se divide en dos niveles. El bistró francés-asiático de la planta baja permite a los visitantes cenar mientras observan de cerca a los elefantes y los pandas. En la superior, un sendero con plantas nativas nórdicas se adentra en un denso bosque de bambú. Todos los interiores han sido diseñados con el exuberante paisaje a la altura de los ojos, con la vida silvestre y la naturaleza a ambos lados.
La vegetación y el paisaje de la casa imitan el hábitat natural de sus habitantes. Con bambús repartidos por él, los pandas pueden encontrar sol y sombra, así como agua y follaje. Mao Sun y Xing Er tienen la oportunidad de elegir entre los dos bosques, uno denso de niebla y otro de bambú verde claro, según la estación, la temperatura y sus preferencias.
Fotografía: Rasmus Hjortshoj