Una casa en el Pirineo 100% sostenible.
Piedra por fuera. Madera por dentro. Teja en el techo. Y un eficaz equipamiento de ventilación y comfort térmico convierten esta "cabaña" de 334m2 -y su jardín infinito- en una de las casas más sensacionales de La Cerdanya, región del Pirineo Catalán. Un proyecto de Dom Arquitectura.
Lo rural no está reñido con lo moderno
El arquitecto Pablo Serrano Elorduy y la interiorista Blanca Elorduy, madre e hijo al frente de DOM Arquitectura, partían con un reto nada fácil: proyectar una casa de diseño contemporáneo cumpliendo las estrictas normativas de la zona. La nueva vivienda debía integrarse con el estilo de las casas ya existentes del pueblo. Por consiguiente, la construcción exterior solo podía realizarse con materiales tradicionales ceretanos: piedra para la fachada, teja de cerámica para la cubierta.
Debido a la importante pendiente del terreno (20%), el estudio optó por construir la casa en forma de L y aprovechar al máximo el acceso al jardín, con espléndidas vistas al Parque Natural del Cadí-Moixeró.
Construcción ecológica
Otro de los propósitos del estudio era proyectar una vivienda de arquitectura bioclimática. Para reducir el impacto medioambiental de ésta era fundamental tener en cuenta las particulares condiciones climáticas de la zona.
“Tomamos la decisión de construir la casa en el Pirineo con estructura de madera, afrontando el proyecto desde una estrategia bioclimática, para conseguir una vivienda eficiente y sostenible. Usando este sistema constructivo reducimos también los residuos de la construcción”, explican desde Dom Arquitectura.
La reducción del consumo de energía se logró con la instalación de radiadores Jet-X de Runtal y del sistema de ventilación ComoAir Q de Zehnder. Éste fue un factor clave, teniendo en cuenta que la casa está muy aislada y había que solventar su hermeticidad, la transpirabilidad y la renovación de aire. Todo ello se consiguió mediante un recuperador de calor de doble flujo. «Garantiza la salubridad del aire interior de forma continuada sin tener que abrir ventanas, ni perder calor; además de controlar la humedad del aire”, apuntan los arquitectos.
En cuanto a los radiadores, se buscó una opción que, además de eficiencia energética, contara con una estética atractiva. Los arquitectos optaron por los radiadores murales con cámara de aire Jet-X de Runtal, que quedan completamente integrados en pasillos y habitaciones de la vivienda.
Interior de madera
Gracias a dichas instalaciones, Dom Arquitectura pudo proyectar todo el interiorismo de la casa en madera, que se convierte en la clara protagonista. Con un solo material, tratado de distintas formas, se resuelve todo el diseño interior, así como la carpintería exterior, la estructura de muros y la cubierta, hecha en madera de pino.
Paredes y techos están revestidos de plafones de madera de abeto. El suelo es de parquet flotante de roble natural.
La polivalencia del hierro
El hierro también está presente en esta casa en el Pirineo. Se ha empleado para los acabados: marcos de la ventanas y canalones de cubiertas en el exterior; y en el interior para formar luminarias, chimenea, escaleras y otros remates.
Distribución
La forma de L marca la división de esta casa en el Pirineo en dos áreas: la zona de día, totalmente abierta y orientada a sureste; y la zona de noche, más compartimentada, orientada a suroeste.
Un pasillo estrecho y alto, con un gran lucernario inundado de luz natural, nos conduce a las estancias. Inicialmente se proyectaron 3 dormitorios iguales para los 3 hijos de la familia. En la actualidad, no obstante, dos de ellos se han unificado para formar una gran sala de juegos y dormitorio conjunto. El tercero es la habitación de invitados.
Al fondo del ala se encuentra la suite principal. Ésta cuenta con una bañera junto a la ventana, que es más baja para contemplar el paisaje mientras se toma un relajante baño.
Fotografías: Jordi Anguera