Tradición náutica y estilo techie en San Francisco.
Studio O+A recupera con el proyecto Abaca el pasado náutico e industrial del distrito de Dogpatch. El espacio fusiona la tradición del barrio con el estilo chic y urbanita actual de la ciudad de San Francisco.
El renacer de Dogpatch, en SF
El distrito Dogpatch de San Francisco tiene una longeva y arraigada tradición en la manufacturación de cuerda. Situado al norte de la bahía, el barrio empezó a acoger las primeras compañías del sector en 1856 . Sin duda, éstas marcaron el carácter industrial que hoy en día define la zona.
Lo que solía ser un simple barrio costero, hoy se ha transformado en un área residencial en auge. Gracias a disciplinas como el diseño, ha conseguido conectar con su comunidad. Ahora Dogpatch respira un ambiente familiar y concentra jóvenes urbanitas, asiduos consumidores de industria tecnológica.
Funcionalidad y relajación
Abaca es una de las iniciativas de transformación del barrio. El proyecto de proximidad de Studio O+A se basa en el interiorismo y diseño de espacios comunes. Combina la funcionalidad que requiere un lugar de trabajo con la sensación espaciosa y relajante que produce su ubicación justo al lado del mar.
Convivencia de trabajadores y hipsters
El proyecto no solo presta atención al espacio, sino que además busca rendir homenaje a las tradiciones náuticas e industriales de la zona. Trata de vincular a los urbanitas y amantes de la tecnología que actualmente viven allí, con los trabajadores del puerto que años atrás construyeron esta parte de San Francisco.
Por eso el branding del proyecto está cuidado hasta el último detalle. Abaca es el nombre de la planta productora de las fibras que la industria local utilizaba antiguamente para manufacturar las cuerdas náuticas.
A partir de esa premisa, Studio O+A proyecta con su interiorismo la historia de la zona buscando la conexión directa con la comunidad. Esta estrategia dota a la iniciativa de un carácter único vinculado a una ubicación específica que le ayuda a desmarcarse de otros proyectos similares.
Espacio tech-friendly, chic y urbano
Estos nuevos espacios urbanos habitables se arraigan a la tradición a la vez que abrazan el espíritu y la modernidad de San Francisco. Se adaptan a una proyección de futuro, son diversos, variables, buscan ser culturalmente estimulantes y además intentan ser tech-friendly sin perder de vista la conciencia medioambiental.
Lobby y otras estancias
En cuanto a los espacios dentro del complejo, el lobby busca crear una atmósfera similar a la cubierta de un barco. Para ello genera un área espaciosa, con buena ventilación y repleta de luz natural.
La nomenclatura del resto de espacios podría parecer que remite repetidamente a referencias náuticas. Sin embargo solo las encontramos de forma mínima, destacando algunos detalles decorativos.
Punto de encuentro: la azotea
Pero lo que sin duda cabe recalcar del proyecto es el planteamiento de la gran azotea del complejo. Es un lugar de encuentro y de espacio de intercambio cultural a la vez. Lo que define mejor una de las zonas más destacadas de Abaca es su constante contacto con la brisa y las vistas al puerto, que durante el día generan distintas atmósferas convirtiéndolo en una zona totalmente versátil.
Abaca consigue potenciar y capturar la esencia pluricultural, moderna y urbanita del San Francisco del momento. Todo ello sin renunciar a la historia de un barrio que contribuyó a construir el carácter de una de las ciudades más conocidas de los Estados Unidos.
Lugar: San Francisco, CA
Año: 2017
Equipo: Perry Stephney, Jon Schramm, Dani Gelfand, Jill Gentles, Amy Young, Elizabeth Vereker, Jeorge Jordan
Fotógrafo: Garrett Rowland