El arco y la catenaria: intervención efímera.
Los arquitectos Manuel Bouzas y Santiago del Águila han proyectado esta espectacular estructura curva sobre un patio mallorquín.
Esta intervención forma parte del festival anual de intervenciones efímeras Insòlit 2019. En su cuarta edición, el jurado del certamen ha premiado 6 propuestas entre casi un centenar de proyectos presentados.
El objetivo de los organizadores es fomentar el interés por el patrimonio cultural y arquitectónico de Palma de Mallorca. De esta forma, habitantes y visitantes de la ciudad pueden acceder a su patrimonio arquitectónico: seis patios con seis intervenciones efímeras.
Patio de Can Balaguer
En esta edición, el patio de Can Balaguer ha albergado la obra de Manuel Bouzas y Santiago del Águila. Se trata de un edificio histórico que ha sido habitado durante generaciones por importantes familias de la isla.
En el siglo XX, el músico Josep Balaguer adquiere esta vivienda. Tras su muerte, cede la propiedad al ayuntamiento de la ciudad, que lo reforma de la mano del estudio de arquitectura Flores & Prats.
El espacio de intervención se caracteriza por una arquitectura compuesta por arcos de piedra que da lugar a una planta porticada.
Inspiración en los arcos
La arquitectura del patio se convierte en el punto de partida: los arcos. La idea de esta intervención se basa en el juego de diferencias. Manuel Bouzas y Santiago del Águila encuentran interesantes las contraposiciones entre el arco y su geometría inversa, la catenaria:
Una pesa mientras la otra es ligera.
Una se comprime mientras que la otra se estira.
Una lucha contra la gravedad mientras que la otra la utiliza a su favor.
Una es sólida mientras que la otra es transparente.
Una da sombra mientras que la otra arroja color.
Una nace del suelo mientras que la otra surge del cielo.
Una ya estaba ahí mientras la otra todavía no.
Solución constructiva
La propuesta suspende desde distintos puntos de la fachada interior unas ligeras mallas de acero. Para ello, se basan en la forma de la catenaria creando varios arcos invertidos dentro del patio.
Un color vibrante
Estos arcos suspendidos están formados por 10.000 acetatos cuyo color se corresponde con el color del cartel del festival. Esta solución tamiza la luz solar de Mallorca creando un interior con una vibrante luz cálida.
En definitiva, se trata de una interesante intervención que añade dinamismo y color al espacio. Además, consigue integrarse perfectamente en el sitio mediante el juego de arcos y catenaria. Una brillante idea de unir diseño, arquitectura, cultura e historia.
Ubicación: Patio Can Balaguer, Palma de Mallorca
Diseño: Manuel Bouzas y Santiago del Águila
Fotografías: Antonio Bouzas
Colaboradores: Clara Alvarez y Alexander Zikanov