Hive de Bumble. El diseño de oficinas se vuelve feminista.
Bumble, la aplicación de citas donde las mujeres toman la iniciativa, crece. Ahora es también una red social para entablar relaciones laborales en las que, por supuesto, las mujeres son las que hacen el primer clic. Con el éxito empresarial de su lado, la compañía ha trasladado las oficinas desde el apartamento de la fundadora a un espacio propio que reúne todos los elementos del mundo digital de 2018: estética instagrameable, frases inspiradoras y un espacio para el empoderamiento femenino.
Whitney Wolfe, la abeja reina de Bumble, como ella misma se autoproclama, ha apodado la sede, situada en una edificio de dos plantas en la ciudad de Austin (Texas), con el nombre de Hive, colmena en inglés. Lógico.
Lógico porque el diseño de las oficinas traslada al máximo la imagen corporativa: el hexágono. Y lógico porque en este espacio todo gira alrededor de las mujeres,si bien la compañía también cuenta con empleados masculino, en minoría eso sí.
Hive se concibió desde el primer momento como un espacio de oficinas contemporáneo para las mujeres. Y al igual que en la aplicación, ellas dieron el primer paso a la hora de planificar el diseño del lugar. Wolfe quiso contar con la opinión de todo su equipo para construir un ambiente que siguiera respirando la familiaridad de su apartamento y la complicidad que suele atribuirse a la relación entre mujeres.
“Somos una compañía feminista”, ha dicho Wolfe, ex cofundadora de Tinder, con la que mantuvo un litigio por acoso sexual. “Quería que esta oficina brindara a las mujeres un lugar de trabajo que les haga sentirse empoderadas, y les dé seguridad y confianza”.
El segundo paso fue apostar por un estudio de interiorismo capitaneado por una mujer: JEI Design, con Julie Evans al frente. Aunque aquí también hay presencia masculina, ya que para la parte del diseño arquitéctonico y la planificación espacial de interiores optaron por el equipo de Mark Odom.
El edificio había sido un taller de alfombras artesanales en los años sesenta. Odom quiso recuperar la estética de dicha época, siendo la fachada la parte más evidente. El interior, en cambio, se ajusta a un estilo contemporáneo: espacios abiertos y luminosos, doble altura para potenciar dicho efecto, salas de conferencias acristaladas, etc.
Dos elementos caracterizan el interiorismo: la forma del hexágono en todas partes (en los cojines, en los espejos, en las paredes, en las lámparas, en la escalera…) y el color amarillo. El Pantone 122U para ser más concretos. Un tono vibrante para una empresa que respira positivismo.
Make The First Move, Bee Positive y Brains Are The New Beauty son algunas de las frases que pueden leerse en cualquier parte. En un espejo, pero también en el interruptor de la luz.
Hive se presenta también como una especie de versión femenina de los cuarteles generales de las empresas surgidas de Silicon Valley. El espíritu del campus prolongado a la oficina. Un lugar donde los espacios de ocio comparten protagonismo con los despachos (si es que los hay).
En Austin, Wolfe también ha creado un espacio lúdico y agradable para trabajar, pero aquí su intención es proporcionar servicios para que los empleados puedan conciliar mejor. Cuentan con un pequeño bar pero también una sala de lactancia y peluquería propia, en la cual todos (los hombres también) disfrutan de una sesión mensual de pedicura gratis. Por cortesía de la casa.
Fotografías: Casey Dunn