¿Espacio de coworking o un hotel en la Tintagel House?
Un cierto aire de misterio e investigación recorre todavía algunos de los pasillos y rincones de las doce plantas de un edificio que ahora se abre a sí mismo y al exterior con el objetivo de crear un mayor contacto entre las áreas de trabajo y los visitantes y vecinos de la zona.
La Tintagel House fue la sede central de la policía londinense durante medio siglo, hoy es el buque insignia del grupo inglés dedicado a la creación de oficinas y es, además, uno de los edificios emblemáticos de la orilla Sur del Támesis y, en concreto, del terraplén Albert Embankment.
Una zona, Vauxhall, que en los últimos años está experimentado – al igual que otras partes de Londres – una transformación radical en busca de regeneración. En este caso, la conversión de un antiguo barrio obrero en un hub para los emprendedores y las pequeñas empresas a través del plan de desarrollo Nine Elms Development.
El edificio, que acoge el cuartel general de The Office Group y espacios de coworking para otras empresas, ha sido remodelado por el estudio de arquitectos Stanton Williams y el equipo de interioristas de Universal Design Studio.
La remodelación de la Tintagel House se caracteriza por cuatro aspectos: una estética marcada por el pasado, la flexibilidad de los espacios, las áreas añadidas y la apertura tanto visual como de concepto.
La estética sobria del interior es un contraste de los materiales presentes a lo largo de la historia del edificio con los nuevos usos del mismo. Acero inoxidable y terrazo se yuxtaponen a los accesorios contemporáneos. Y de igual modo que se ha intentado preservar cierto ambiente policíaco, también han buscado darle un aire tecnológico ya no sólo por la naturaleza del negocio sino porque la Tintagel House fue la primera comisaría en contar con un ordenador.
En el exterior, los ladrillos vistos y los azulejos de la nueva fachada hacen referencia al concepto original del edificio y del barrio, que entre los siglos XVII y XIX desarrolló una importante industria cerámica.
El equipo de Stanton Williams ha practicado tres nuevas áreas: en la planta baja, en la primera y en la última. Las dos primeras buscan la apertura visual de las empresas a modo de bienvenida a los clientes, además de proporcionar grandes espacios comunes para reunirse, compartir facilidades y para que la comunidad que lo habita interactúe mejor.
La última planta, por su parte, se ha reconvertido mediante un techo flotante en una terraza practicable con un bar para los miembros y espectaculares vistas de todo el centro de Londres, incluyendo el East y West London.
La inclusión de un gimnasio, la cafetería, el foro para celebrar eventos, el componente artístico y hasta dramático del vestíbulo y la suite con dormitorio nos permite hacer la comparación con un hotel. Pero un paseo por el resto de las plantas deja claro que estamos en una zona de coworking.
Abierta a diferentes estilos de trabajo, flexible para reconfigurar el espacio cuando sea necesario y con visión de futuro. Aquí la apertura interior es para los miembros y las empresas.
La apertura exterior es con el público y los vecinos, y se practica con las zonas abiertas en las primeras plantas y con las columnatas practicadas en la fachada para darle un carácter cívico y, en todo caso, más extrovertido.
Por último, se han revisado los alrededores – a cargo del estudio de paisajismo BHLA –, creando zonas ajardinadas y de terraza. También se ha cambiado el pavimento para que case con los materiales del Albert Embankament, la obra de ingeniería civil llevada a cabo en la segunda mitad del siglo XIX por Joseph Bazalgette para recuperar terreno en las orillas del Támesis.
Fotografías: Charles Hosea.