Nueva vida al ladrillo en un antiguo pajar.
El ladrillo, un viejo conocido de la burbuja inmobiliaria, ha sido uno de los materiales más impopulares de los últimos tiempos. El ortoedro de arcilla cayó en desgracia por el uso masivo que le dieron codiciosos constructores hace una década. Proyectos como la reforma del estudio madrileño OOIIO en Toledo suponen una nueva oportunidad para este menospreciado material.
El punto de partida del proyecto era mantener los máximos elementos originales de la antigua construcción agrícola, en desuso desde hacía tiempo. La edificación, con más de cien años de antigüedad, constaba de pajar, establo, perreras, pozo y hasta una cueva que, en tiempos en los que no existía la electricidad, sirvió de nevera y despensa. El estudio ha ido adaptando el proyecto sobre la marcha en un metódico proceso de arqueología y “cirugía arquitectónica”.
Ladrillos de Toledo
Con el objetivo de crear continuidad con las fachas originarias de ladrillo, OOIIO ha empleado dicho material para reconstruir las partes nuevas. Dado que el antiguo pajar se ubica en una región con larga tradición en la confección de ladrillos, éste debía ser, sin duda, el protagonista. Se trata, además, un material que exige poco mantenimiento y se adapta perfectamente al clima local. Su colocación combinada en vertical, horizontal y zigzag aporta el toque de modernidad y dinamismo a fachadas e interiores.
Escalera de caracol
Otro de los elementos destacables es la construcción de una escalera de caracol que conecta la planta baja con el piso superior. Antiguamente no existía ningún acceso y los trabajadores del granero debían trepar para subir a la planta de arriba. La nueva obra en forma cilíndrica es un claro guiño a los tanques agrícolas.
Interior diáfano
El pajar original estaba dividido en multitud de espacios. Con la demolición de paredes se han conseguido espacios más abiertos.
Cirugía arquitectónica en el pajar
En el interior también se ha buscado mantener los máximos elementos posibles. Se han restaurado las antiguas puertas de madera. Se han limpiado y pulido las históricas baldosas de arcilla; y se han reforzado vigas y columnas.
Lo nuevo y lo antiguo se distinguen perfectamente dentro del espacio gracias a un juego cromático. El azul índigo destaca los elementos estructurales reparados y el color negro hace lo propio con los nuevos. Por otro lado, las paredes se han pintado de blanco para que reforzaran la iluminación natural.
Estudio: OOIIO Architecture
Arquitecto: Joaquín Millán Villamuelas
Equipo: Natalia Garmendia Cobo, Milda Dudonyte, Pilar Bolaños Almeida
Año: 2016-2017
Localización: Mora, España
Superfície: 235 m2
Fotografías: OOIIO Architecture, josefotoinmo