Así será el futuro Archivo Valenciano del Diseño.
Nos reunimos en la Escola d’Art i Superior de Disseny de València (EASD) con Antonio Sánchez – subdirector del centro – y Xavier Giner, profesor en el mismo. Ambos son los responsables de que el trabajo acumulado en la mítica empresa de muebles bajo la gerencia de Vicent Martínez sea la base del Archivo Valenciano del Diseño. Que no del Archivo del Diseño Valenciano. Ese matiz nos lo explican más adelante. Igual que la importancia de conservar la documentación que genera el diseño.
Porque este archivo no va de objetos sino de la “documentación de los procesos proyectuales de los diseñadores valencianos más importantes”, matiza Xavier. Esto es, bocetos, dossiers, catálogos, diapositivas y un largo etc.
Podríamos seguir con el material con el que arranca y su objetivo, en la teoría y en la práctica. Pero dado que su nacimiento ha sido singular, empezaremos por este punto.
Xavier Giner (izquierda) y Antonio Sánchez en la sede de la EASD València.
El origen del Archivo Valenciano
Un proyecto puede nacer de arriba abajo o de abajo arriba. Éste pertenece al segundo grupo. Porque nace de la “contingencia de un encuentro”, dice Giner.
La cosa está en que Punt, la empresa fundada por Vicent Martínez, Lola Castelló y Francisco Fernández en 1980, cambió de propietario en 2011. Tras ello Martínez dejó la gerencia y todo el material de su etapa quedo bajo la custodia del propio Martínez y Lola Castelló.
Antonio Sánchez: «Un día, a las puertas de un restaurante, se dio una conversación entre Vicent Blasco [diseñador], Vicent Martínez y yo en la que salió el tema del material, que había sido depositado provisionalmente en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el cual Vicent y Lola tenían que sacar próximamente. Le propuse dejarlo en nuestra escuela y le pareció bien.»
Lo cierto es que Vicent y Lola habían recibido una propuesta del Museo del Disseny de Barcelona. Y si bien les parecía un buen destino, les apenaba que no pudiera quedarse en Valencia, donde todo nació.
En un posterior encuentro ya entre Vicent, Xavier y Antonio, se unió Manuel Lecuona, catedrático en gestión de diseño de la UPV y el responsable directo del fondo de Punt en la misma. Para entonces los tres primeros ya se habían planteado crear un proyecto que diese uso al material. A Lecuona le gustó tanto la idea que decidió ofrecer los otros cuatro legados que también custodiaba: el de las empresas Martínez Peris, Curvadora Valenciana, Gasisa y La Mediterránea.
Xavier. «Hasta ese momento lo llamábamos centro de documentación. Fue Antonio quien dijo ‘esto es un archivo, aquí hay que hacer un archivo’.»
Dibujo Doks de Jorge Pensi (2006).
¿Por qué hay que hacer un archivo?
Xavier. «El diseño se está convirtiendo en la nueva antropología cultural de las sociedades contemporáneas. Si tú quieres entender una época, tienes que analizar sus objetos. Y para ello tienes que entender su proceso de creación.»
Por una parte porque “un diseñador, aunque no sea consciente, hace una propuesta a partir de los valores y las sensibilidades del momento”, explica. Y por otra ya que “la documentación que maneja ahora un diseñador, dentro de 40 años será muy interesante para leer la época actual. Porque hay estudios de mercado, de tendencias, etc. Para estudiantes de economía aplicada el archivo puede ser muy interesante”.
Antonio. «El diseño ha sido una actividad vinculada a la industria y ahora nosotros lo incorporamos casi que como un bien patrimonial.»
Hay además otro punto a tener en cuenta: en estos momentos está por jubilarse la generación pionera del diseño valenciano, gente que ha desarrollado durante cuarenta años una trayectoria de primer nivel. En diseño de interiores, de producto, gráfico y textil.
Xavier: «El archivo nace con la voluntad de conservar la documentación a la que sea posible acceder. Porque si se pierde ahora, se pierde irremediablemente.»
Imagen de la Colección Trilatera para Basté del Grupo Nuc (1974).
La entrada de la UV
Tras descartar a la EASD València como centro operativo por falta de recursos, tantearon a los principales museos de la ciudad de Valencia. Ninguno “vio claro eso de depositar algo que no era la obra final sino el proceso de trabajo”, explica Xavier. A él, por su parte, también le preocupaban los vaivenes políticos a los que se ven sometidos los museos. “Existe esta idea de que cada responsable redefine el proyecto. Y un archivo necesita estabilidad en el tiempo para que adquiera un sentido”.
Dado que la EASD ya colaboraba con la Universitat de València (UV), el nombre de la institución salió de forma natural.
Antonio. «La UV es una institución de enseñanza, estable y pública, y seamos sinceros, tiene unos recursos que nosotros no tenemos en cuestión de alumnos en prácticas de documentación, archivística, biblioteconomía, etc.»
Xavier. «Además tiene una tradición de conservación del patrimonio valenciano en general.»
El proyecto tuvo el visto bueno tanto del rector recién saliente como el de la rectora entrante. Y a esas alturas contaba ya con el apoyo de los Premios Naciones de Diseño Nacho Lavernia y Dani Nebot, así como del Colegio de Diseñadores de Interior de la Comunidad Valenciana.
También tienen el respaldo de la Generalitat, presidente incluido, si bien la buena intención todavía no se ha materializado en ningún acuerdo concreto.
Xavier. «A la Generalitat les invitamos a conocer el proyecto y nuestra sorpresa fue la excelente recepción.»
Está claro que, como dice Antonio, “el proyecto gusta, es ilusionante, es compartido y tira adelante”.
Catálogo de la Exposición 90 Möbeldesign aus Europa en Colonia (1990).
La articulación del archivo
El archivo Valenciano se vinculará con la Fundació General de la Universitat de València, una estructura con cierta autonomía que otorga al proyecto un margen de actuación propio y una entidad propia. El objetivo es digitalizar el material y hacerlo accesible a través de la plataforma de acceso que tiene la Biblioteca General.
Xavier. «Habrá un director que tendrá una comisión técnica de apoyo que será la responsable de dar el visto bueno a las donaciones que vengan. Y luego habrá un órgano de participación y control donde estarán presentes todos los donantes, las asociaciones del mundo del diseño y las entidades -públicas y privadas– que financien el proyecto. También queremos que haya gente de reconocido prestigio cuyo criterio valoramos y podrían aportar muchas cosas.»
Durante la entrevista ambos resaltan continuamente la voluntad de sumar del proyecto. Abierto tanto a otros legados como a la participación de cualquier otro agente (universidades y museos incluidos) que quiera contribuir de algún modo.
Xavier. «Creo que hay que mantener el hecho de que se trata de un proyecto de la sociedad civil. Porque es un proyecto de los diseñadores para el mundo del diseño y los investigadores de la cultura del diseño. Y está hecho desde la donación. No se compran obras ni legados.»
E insiste en ello: “Realmente es un acto de generosidad por parte de Vicent, Manuel y Lola. No hay contrapartida económica. Para ellos, con que el material no se pierda y tenga uso, es suficiente. El archivo no hubiera nacido si cualquiera de ellos hubiera actuado de una manera egoísta, a lo cual tenían derecho porque es su patrimonio”.
El Grupo NUC (Luis Adelantado, Lola Castelló, Vicent Martínez y Daniel Nebot) durante un viaje a Barcelona en 1974.
Los próximos pasos serán “abrir las cajas, ver el estado del material, buscar un sistema… Queremos ver como lo están haciendo otros, como el Museo Archivo Bauhaus, para saber qué tipo de sistemas y de almacenamiento usan”, explica el profesor.
Antonio por su parte sueña con darle una ubicación definitiva en el barrio de Velluters (hoy en día El Pilar), aprovechando que allí se encuentra el Centro Artesanía Comunitat Valenciana. Esto serviría, además, para darle al barrio una orientación hacia las industrias creativas, tal y como le han propuesto al Ayuntamiento.
¿Sólo diseño valenciano?
Llegamos a la parte de por qué en un determinado momento pasa de llamarse Archivo del Diseño Valenciano a Archivo Valenciano del Diseño. Xavier se encarga de explicarlo: “El archivo nace con voluntad de estar ubicado en Valencia con financiación e iniciativa fundamentalmente valenciana. Pero el diseño que se quiere archivar es cualquier material que nos parezca interesante”.
Y esto nos lleva a un debate. “Un diseñador nacido en Valencia que vive en Londres, desarrolla toda su actividad profesional allí y tiene una trayectoria excelente, ¿es diseño valenciano? ¿Lo cogeríamos? Sí, porque la trayectoria es magnífica”, opina Giner.
diarioDESIGN: ¿Eso significa que podríais aceptar el trabajo de una empresa de fuera?
Xavier: Esa duda se la tendrá que plantear la comisión técnica. Mi opinión es que si el material es bueno, bienvenido sea. Porque de lo que se trata es de conservar. Ahora bien, me sorprendería mucho que una empresa de fuera decidiese donárnoslo a nosotros. Lo más natural es que los diseñadores que viven y trabajan aquí sean los más interesados.
Primera serie de producción de la estantería La Literatura, la pieza icónica de Punt (1985).
Punt, más que un legado
El legado de Punt Mobles no es el legado de Vicent Martínez y Lola Castelló. Es el trabajo de todos aquellos diseñadores que han formado y siguen formando la gran familia que siempre ha sido Punt. Desde los fundadores a las generaciones más jóvenes – como CuldeSac, Borja García y Odosdesign – pasando por la segunda y tercera hornada que conformaron Vicente Blasco, Manolo Bañó, Pedro Miralles, José Juan Belda , Isabel Martínez y Marcelo Alegre, entre otros.
Xavier: Es la historia del diseño español. Yo todavía estoy alucinado por la posibilidad de tenerlo.
El material que aporta Lecuona, por su parte, “recorre de alguna manera la historia de las transformaciones de las empresas valencianas desde los años 60 en distintos sectores, con preponderancia de la madera”, añade.
Cartel de una exposición del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz (1995).
Un proyecto catalizador
El peso que ha ido adquiriendo el diseño valenciano a lo largo de los años hace que sea obligado aprovechar el encuentro para preguntar sobre el estado de éste. Dejamos esta parte para el final, en la que Antonio debe ausentarse.
Xavier: Sin querer mostrar ninguna infatuación, creo que estamos en un magnífico momento. En Valencia, las condiciones no siempre han sido las más óptimas, porque el tejido empresarial era el de la pequeña y mediana empresa vinculadas a la producción por precio. Y la crisis económica ha sido durísima. Sin embargo, ha sabido ganarse la vida y trabajar fuera de Valencia con un nivel de aceptación muy alto. Llevamos cuatro generaciones de diseñadores y las cuatro se mantienen en la misma primera línea que las míticas El Punt y La Nave (un colectivo de los años 80).
Talento aparte, Giner achaca el éxito a lo que él considera un signo de identidad del diseño valenciano: “Hay bastante buen rollo entre los profesionales. En otros ámbitos, incluso en los del diseño, no lo hay. Tampoco en otras ciudades mediterráneas donde el diseño tiene mucho peso. En Valencia hay competitividad pero la gente se apoya, están pendiente de lo que hacen los otros. Uno inaugura y van todos…”.
Artículo de Rafael Carrares en la Revista ON (1986).
diarioDESIGN. ¿Qué papel juega el diseño en la historia de Valencia?
Xavier: El hecho de que el diseño maneje elementos fundamentalmente cualitativos, y no cuantitativos, provoca que tenga un papel discreto y no haya una percepción social clara de su importancia cultural y económica. Pero si miras el resultado de la crisis, verás que dos son los caminos que han permitido salvar las empresas: la innovación en términos tecnológicos y el diseño. En todas las que han sobrevivido el diseño ha tenido un papel estratégico.
diarioDESIGN. Y dada su relevancia ¿por qué no existe todavía un museo del diseño en la ciudad?
Xavier. Bajo mi opinión personal, un museo, si no está dotado de colecciones, es banal. Pero eso requiere invertir una cantidad brutal de dinero. Yo creo que lo habrá cuando tengamos una sociedad civil potente. Y estamos en el camino. De hecho, si el archivo tira adelante, servirá de catalizador para que otras cuestiones se articulen a su alrededor. Un centro de diseño, un museo o una biblioteca…
Nota final: en una entrevista siempre se descarta material. A veces incluso hay buenas respuestas que se quedan fuera simplemente porque se desvían del tema. Pero en este caso hemos decidido indultar otra opinión personal de Giner que bien lo merece: “El buen diseño es el que no se nota. Sólo se nota cuando no está”.
Fotografías procedentes del archivo de Vicent Martínez y Lola Castelló, y del catálogo de la exposición organizada por la EASD en 2015 para celebrar el treinta aniversario de La Literatura.
Imagen de portada: Vicent Martínez delante de la mítica estantería Literatura.