Carroll House. El contenedor seccionado.
La particular geometría de la Carroll House resulta del corte en diagonal de sus caras inferior y superior. Esto modifica el tipo y uso del patio trasero convencional, proporcionando espacio al exterior y sombras en todas las plantas.
Acumulación de contenedores
La intervención juega con opuestos. Mientras que las paredes de los contenedores protegen las terrazas del campo visual de los transeúntes, grandes planos de vidrio correderos permiten la continuidad y fluidez espacial entre dentro y fuera.
Al nivel del suelo, el corte diagonal da acceso a la planta semisótano, donde se sitúan la bodega y el garaje.
La cocina, el comedor y la sala de estar ocupan la primera planta. El espacio sobre la rampa de acceso al garaje se aprovecha para situar una sala multimedia en graderío.
La planta segunda alberga los espacios infantiles, con una zona diáfana destinada al juego. Para los dormitorios se ha optado por contenedores individuales que proporcionan la privacidad necesaria.
Ocupando la última planta, el dormitorio principal se divide en un espacio abierto y un amplio vestidor con tocador.
La arquitectura como segunda vida
Fundado en 1993 por Ada Tolla y Giuseppe Lignano, y con sede en Nueva York, el estudio LOT-EK basa su trabajo en la investigación en torno al reciclaje de objetos y su aplicación como materia prima en la arquitectura. Comprometidos con métodos de construcción ecológicamente responsables e inteligentes, sus proyectos dan una nueva vida a objetos industriales existentes y sistemas que originalmente no estaban destinados a la arquitectura. «Nos basamos en elegancia y la belleza que surge al reunir lo viejo y lo nuevo, lo genérico y lo específico, lo natural y lo artificial, lo local y lo global, lo familiar y lo extraño; mostrando así cómo lo ordinario puede ser extraordinario», señalan.
Fotografía: Danny Bright