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kouan casa de te transparente de Tokujin Yoshioka diariodesign
Yolanda Aranda
18 octubre 2017

Kou-an: la poética casa de té transparente.

El mirador de Seiryuden es una plataforma de 220 metros de altura situada sobre la ciudad de Kyoto. Frente al templo budista Tendai Shoren, durante los últimos dos años y medio ha estado instalada Kou-an, una casa de cristal dónde se podía celebrar la ceremonia japonesa del té. El increíble proyecto es obra del artista, arquitecto y diseñador japonés Tokujin Yoshioka.

Desde el pasado 10 de septiembre Kou-an abandonó su bucólico emplazamiento para empezar una gira que llevará al edificio transparente a lo largo de la geografía mundial.

Yoshioka es un nombre familiar para el diseño japonés, a pesar de que es un personaje difícil de encasillar en una disciplina. Su poética obra — influenciada por el arte y la ciencia — abarca diseño de producto, obras de arte, diseño de interiores y arquitectura. Sobre esta última especialidad se presenta Kou-an, un proyecto experimental con el que Yoshioka tiene el propósito de captar la esencia de la percepción, la estética y la tradición japonesa en el momento en que confluyen y se convierten en la cultura del té.

 

La claridad de las tradiciones

Para los japoneses la ceremonia del té es un ritual espiritual y filosófico en el que se aprecia y reconoce el valor del tiempo y la belleza intrínseca de la naturaleza. Es por eso que el proyecto Kou-an indaga en la percepción espacial y el ideal japonés de la naturaleza que se propician en este rito.

La casa del té de Yoshioka es un espacio totalmente transparente, capaz de maximizar los efectos de la luz. Con ayuda de artesanos italianos, el arquitecto japonés desarrolló un cristal muy nítido para que los visitantes apreciasen la calidad de la luz del día y se sintiesen parte del entorno natural.

Los orígenes de la cultura japonesa se revelan en este espacio con la experimentación de las fluctuaciones de la luz, los cambios meteorológicos, las hora del día y las estaciones del año. Dentro, la calidez del olor y el sabor del té. Las fronteras entre el interior y el exterior desaparecen convirtiendo a los visitantes en parte del paisaje.

La casa de cristal tiene una superficie inspirada en las ondulaciones del agua sobre un lago. Y en algún momento de la tarde los visitantes pueden ver un arco iris que proviene de un prisma de vidrio instalado en el techo. Este efecto está ideado por Yoshioka como un homenaje a las flores que  decoran las casas de té tradicionales.

 

tokujin.com

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