Minimalismo autosostenible en la sierra de Espadà.
El complejo está formado por un hotel de diez habitaciones, un albergue para grupos, una oficina de turismo, salas para eventos y un restaurante para 120 comensales. Por supuesto, los vegetales de los platos proceden de su propio huerto ecológico.
El proyecto es un trabajo conjunto del arquitecto Xavier Salvador y el estudio Nonna Designprojects. El primero se encargó de diseñar un edificio bioclimático y alimentado energéticamente por una instalación fotovoltaica que los propietarios están costeando a través de una platafoma de crowdlending (un modelo de micromecenazgo que financia los proyectos de empresas o particulares).
A nivel de construcción, el edificio se caracteriza por la luz natural que entra a través de los grandes ventanales que protagonizan las fachadas. También por lo espacioso de las estancias, a lo cual hay que sumar el efecto de amplitud que proporcionan algunos recursos usados por el arquitecto como conectar los espacios públicos con elementos mínimos que los conectan visualmente. A destacar por otra parte la disposición de las habitaciones del hotel, que recuerdan a los moteles americanos, al estar adosadas sobre una misma planta con acceso individual al exterior.
En cuanto al interiorismo, el trabajo de Nonna Designprojects ha sido doble. Por una parte, diseñar y desarrollar soluciones de interiorismo a medida para un complejo turístico en plena naturaleza. Y por otra ajustar sus ideas a los principios éticos y sociales que rigen el proyecto así como los valores de responsabilidad medioambientales empleados en la construcción.
Esto se traduce, por ejemplo, en la selección de un tipo de madera con certificación ecológica, el uso de pulimentos al agua, y la elección de tejidos sin PVC. Además trataron de reducir al máximo el impacto medioambiental escogiendo piezas exentas de distribución y fabricando otras, como las mesas del restaurante.
Las premisas estéticas también estaban claras. La referencia eran los alojamientos de montaña de la zona del norte de Europa, pero sin renunciar al diseño minimalista que caracteriza al estudio. Esto se traduce en espacios con poco mobiliario, líneas simples y una tendencia a la limpieza visual. El ambiente respira armonía con la suavidad de los colores escogidos, los acabados redondeados y la luz artificial indirecta.
Por último, no cabe decir que el diseño busca también la integración con el paisaje hasta convertirse casi en una extensión del entorno natural mediante los colores y los materiales elegidos.
Fotografías: Misael del Rosario y Juanma Urbán
Mar de Fulles
Coordenadas 39º49´02.02 N 0º17´25.62
Apartado de correo 23 de la Vall D’Uixó (Castellón)