NAKAR Hotel en Mallorca, sobriedad convertida en elegancia.
La responsable del proyecto de diseño interior ha sido la mallorquina Marga Rotger, que ha conseguido seguir de la filosofía de su estudio: aportar armonía, equilibrio y calidez, buscando la propia esencia de los materiales naturales y la luz, aplicándola eso sí a las características del encargo.
Arquitectura e interiorismo racionalista
Se trata de un proyecto que revisa la construcción original como pensión en los años 60. El diseño y conceptualización de las habitaciones a cargo de Rotger ha apostado por un racionalismo en el que prima la sobriedad de líneas y formas por encima de cualquier ornamentación.
“Las líneas simples de la fachada junto con las principales características del estilo racionalista han sido determinantes a la hora de realizar el proyecto. Las formas simples se suceden; la combinación de materiales nobles de primera calidad como madera de roble, piedra, hierro lacado negro y cristal hacen que se respire un ambiente cálido en todos los rincones del hotel. La cuidada iluminación indirecta favorece esa sensación de relajación y bienestar que se quiere transmitir al cliente. Espacios con colores neutros y pinceladas de color negro para dar un toque de elegancia y sobriedad”, comenta la diseñadora.
Design Hotels
NAKAR Hotel forma parte de Design Hotels, un conglomerado que se compone de una selección de más de 270 hoteles independientes situados en 50 países de todo el mundo. Más que una colección de hoteles, es una colección edificios conceptuales, ya que cada propiedad refleja las ideas de un hotelero visionario, concebidas y desarrolladas a través del diseño y la arquitectura.
Un poco de historia
La presencia del Edificio Nácar ha sido notable en el centro de Palma desde los años 60. Cada 25 años el edificio ha sufrido una transformación, que ha coincidido con el cambio generacional. El edificio está ubicado en la Avenida Jaime III, donde se encuentran las mejores tiendas de moda. Además se encuentra a escasos metros de distancia de los barrios de La Lonja y Santa Catalina.
Desde 1965 hasta 1990, fue la Pensión Nácar, alojamiento simple y básico, en unos tiempos en los que el turismo todavía no se había desarrollado en la capital de la Isla. Desde 1990 hasta 2015, se decidió transformar en edificio de oficinas. Después de un año de remodelación empieza una nueva etapa como hotel de 4 estrellas superior.