Tradición marinera en Redes, Rías Altas.
Para recuperar la arquitectura tradicional de la villa marinera, Lucas Díaz Sierra y Gustavo Díaz García han utilizado un lenguaje contemporáneo que reinterpreta la tradición, a partir de materiales como la madera de Iroko, las vigas de madera laminada, la teja curva o el mortero blanco. Las dos construcciones, que actualmente alojan las funciones de vivienda y estudio de arquitectura, se disponen de manera simétrica en torno al eje creado por el muro medianero de piedra original, organizadas en tres niveles.
La diferencia de cotas entre las dos fachadas condiciona la distribución del programa. Con el hall principal, dos estancias y un baño en la primera planta, con acceso directo desde la Rúa Nova, se ha optado por situar las áreas más vivideras –salón comedor y la cocina– en la primera, abierta directamente al jardín y con una galería en vuelo en la fachada principal que vuelca las vistas a la Ría. El nivel superior se ha reservado para la zona de noche, con dos dormitorios y dos baños.
Situada en el centro de la vivienda y de gran valor escultórico, la escalera van cambiando según se asciende por ella. De roble en la planta baja y con un gran armario en su interior, en la primera se transforma en una estructura metálica blanca, muy diáfana y ligera, y que genera una gran fluidez visual.
Entre el mobiliario destaca la chimenea diseñada por Miguel Milá para DAE, los sanitarios de la selección de David Chipperfield para Roca y las sillas de loneta naranja Menorquinas. Diseñados por los propios arquitectos, los sofás del salón se disponen en varios módulos que permiten crear una mesa central o una enorme cama, así como un espacio de reunión en torno a la chimenea.
Lleno de especies autóctonas, en el jardín se ha optado una terraza de madera de Iroko y un cierre de lamas de la misma madera, que permite vistas frontales al monte y se cierra a los vecinos en las medianeras.
Fotografía: Héctor Santos-Diéz