Bonba Studio tiñe de azul las oficinas de Nexolub.
La piel azul petróleo que envuelve todo el espacio funciona como nexo de unión entre las distintas zonas en las que se divide el programa –entrada, office, zona de trabajo, despacho y sala de reuniones–. Compuesta por paneles de madera con textura, la distinta orientación de los rastreles genera un original dibujo en zig zag del que cuelgan pizarras magnéticas. Una de ellas con un mapamundi, que el equipo de Nexolub utiliza como herramienta de trabajo.
La moqueta gris del pavimento unifica y aporta sobriedad a un espacio. Se opta por un mobiliario en blanco puro que no reste protagonismo al envoltorio azul.
Situado en el centro de la planta, separando el área de trabajo de la sala de reuniones y el despacho principal, el acceso a las oficinas se ha revestido con paneles de madera OSB barnizados. En contraste con el resto del mobiliario, en él se ha optado por el color negro.
En la planta baja, un rótulo retroiluminado del logo de la empresa recibe al visitante bajo una luz indirecta.
Tres lámparas de suspensión Parentesi, de Achille Castiglioni y Pio Manzu para Flos, decoran e iluminan la escalera.
En la zona de trabajo, focos de superficie colocados linealmente potencian el eje central de la oficina. En las pizarras se opta por iluminación lineal de LEDs. Sobre las mesas, lámparas Silo-Trio, de Note Design Studio para ZERO lighting. Un guiño a los recipientes de lubricante de antaño.
Fotografía: José Hevia