Alfombras de cerámica en la cafetería de Tabakalera.
Además de los espacios propios para la producción cultural y artística, el nuevo centro cultural cuenta con áreas destinadas a instituciones culturales y otras pequeñas iniciativas relacionadas con la creación.
Dentro de este complejo sistema toma lugar Taba, una pieza del antiguo edificio de Tabacos que se sitúa en la planta baja y que se muestra hacia la nueva plaza exterior y al gran patio de entrada del edificio.
Taba se crea como una iniciativa cooperativa para crear un espacio donde más allá de la denominación de cafetería, tomen lugar diferentes iniciativas y proyectos relacionados con el consumo de productos, donde la relación de éstos con los visitantes sea el centro de la experiencia. De este modo, tanto la pizzería, como la cafetería o la vinoteca ocupan diferentes zonas del local común, del espacio compartido.
Se trata de un proyecto de pequeños proyectos que tiene que adaptarse a un espacio interior de 340 m2. Se contempla un estado de transformación constante del espacio y ésta condición es la que determina proponer un espacio en bruto, un suelo nada más, donde diferentes muebles al modo de los baúles de los antiguos viajeros se despliegan para dar servicio adaptándose a los diferentes horarios de cada propuesta y cediendo la barra de servicio como mesa de usos común cuando el puesto queda cerrado.
Son este suelo y son estas barras las que se revisten con la cerámica a modo de alfombras que se posan sobre los elementos de separación entre trabajador y cliente. La cerámica elegida es de 10×10 de la firma DUNE. Se elige un blanco mate. Encima de estos espacios es donde se concentra la iluminación del local a diferencia de las áreas comunes donde se ha decidido recrear un lugar recogido, casi en penumbra.
Suelos de terrazo, ‘alfombras’ de cerámica blanca , madera de haya e iluminación son la síntesis del proyecto, un resultado asimilable a un plato casi crudo, listo pata manipular al gusto y a la experiencia del habitante.