Lagranja ‘plantifica’ la sede de Typeform en Barcelona.
Debido al rápido crecimiento que la empresa está experimentando, necesitaban sobre todo un espacio grande. Sin embargo, el local de 2.000 m2 de la calle Bac de Roda que escogieron y que contenía rampas a distintos niveles, una terraza sensacional y lucía grandes claraboyas, era demasiado cerrado. A sus condiciones estructurales, había que añadir que el ADN de Typeform estaba muy lejos de los standards de una oficina convencional. Son una gran familia de talento internacional, y como tal necesitaban un sitio confortable que respondiera a las necesidades de una pequeña comunidad.
Con la intención de transmitir la personalidad y actitud de las personas que constituyen Typeform, en la entrada se ha diseñado una bar-recepción con tiradores de cerveza y comida. Puesto que la tradicional recepción quedaba desprovista de su función habitual, en una empresa en la que no existen teléfonos, se ha reconvertido en un sitio donde desayunar por las mañanas, despedirse con una cerveza antes de irse, reunirse espontáneamente o hacer esperar a las visitas.
Rodeada de plantas y cortinas, anticipa la idea que se amplificará en el interior de la sede. El investigador y activista medioambiental hindú Kamal Meattle, señala que la combinación y utilización de tres especies vegetales: Areca Palm, Mother-in-law’s Tongo y Money Plant en espacios interiores es enormemente positivas para la salud, por su aportación de aire fresco en sitios mayormente cerrados. Este concepto ha gustado tanto al equipo de Lagranja que lo ha llevado al extremo y en cualquier parte de la oficina se encuentran estanterías; en total 810 plantas que generan felicidad, y trabajo para un jardinero oficial.
Junto a la bar-recepción se encuentra un parking de bicicletas, desde el que se puede acceder a la principal sala de reuniones, presidida por el logo gigante de Typeform que se ha convertido en mesa.
Al otro extremo de la entrada, se ubican las tres primeras salas de reuniones: verde, amarilla y azul, categorizadas por colores para distinguirlas fácilmente al organizar reuniones.
El resto del espacio se ha organizado alrededor de un bulevar de vegetación. Un rincón diferente en el que relajarse o seguir trabajando con mobiliario de Lagranja Collection y una mezcla ecléctica de pufs, sillones y mesas bajas.
Debajo de las tarimas, donde antes había rampas, se han colgado tres hamacas para desconectar definitivamente del bullicio. A ambos lados del bulevar, dos estanterías metálicas separan la zona de relax de las principales salas de trabajo.
La sala izquierda, se caracteriza por una gran mesa bajo una estructura de plantas de la que también cuelgan las nuevas lámparas Orbital, diseñadas especialmente para este espacio por Lagranja.
La sala de trabajo derecha, es la más amplia de Typeform y en ella se encuentra la lámpara más grande jamás diseñada por el estudio de 18 metros de largo. Bajo ella, 5 mesas dispuestas perpendicularmente ocupan el espacio. La combinación de madera de pino con el color azul celeste que se ha usado en paredes y techo, ayuda a generar sensación de espacio y aporta color a lugares donde se pasan muchas horas trabajando.
Una de las estrellas del proyecto es el ágora, situado detrás de la sala de trabajo izquierda. Tres niveles de gradería recubiertos con madera de pino organiza – dos en un semicírculo ofrecen un lugar donde hacer presentaciones, reunirse y compartir los proyectos en marcha. En un entorno en el que son tan importantes las sinergias, era esencial repensar la idea de auditorio y motivar un mayor grado de participación mediante el diseño del espacio.
En la línea de proveer bienestar al equipo, también se ha diseñado una cocina abierta que queda detrás del ágora, al nivel de la tercera gradería. En ella, pueden comer juntos en grandes mesas de madera, o bien de pie, en mesas altas con pie de tronco. Sobre la más grande, vista desde el ágora, preside una lámpara única, ideada y diseñada por Lagranja para simbolizar la base sobre la que se sustenta la start-up: una gran nube formada por muchas esferas y un circuito eléctrico que las ilumina desde el interior.
Finalmente, separado por tres salas de reuniones rosa, azul y blanca, se encuentra un espacio mucho más tranquilo diseñado especialmente para los programadores que se agrupan en equipos de 8 personas. El espacio se ha separado en módulos mediante cortinas que funcionan como biombos y difusores de luz, proporcionando confort.
Las lámparas de sobremesa Pax, con pantalla madera, ayudan a crear un ambiente doméstico para que puedan trabajar como en casa.
Completa la zona, el área lateral de la que cuelgan macetas gigantes en la que reunirse de pie, alrededor de mesas y pantallas digitales y de cristal. Detrás de esta sala, se ha habilitado una zona Skype, mucho más aislada y, cómo no, rodeada de plantas.
Fotografías © Albert Font