Outsu House: arcos y curvas acogedoras.
La cubierta inclinada un agua aporta al edificio un perfil asimétrico, pero la mayoría de los otros elementos arquitectónicos -puertas, ventanas, techos…- se caracterizan por su perfil curvo, ya que el estudio de arquitectura pensó que de esta forma este espacio de 105 m2 sería más acogedor para sus habitantes.
Una gran puerta con forma de arco es la única abertura de la blanca fachada y conduce al interior de la vivienda a través de un pequeño patio.
En la planta baja, las zonas habitables se encuentran a un nivel más alto que este espacio de entrada, contribuyendo a enmarcarlo. Unos escalones independizan, a su vez, el salón de la zona de la cocina y el comedor. La casa es un divertido juego de desniveles.
El piso superior cuenta aproximadamente con la mitad de superficie que la planta baja. Un gran espacio a doble altura, flanqueado por grandes ventanales, permite que la iluminación natural entre a raudales y se derrame sobre las superficies suavemente curvadas.
Para los arquitectos, poder disfrutar de las luces y sombras que se crean desde el amanecer hasta la caída del sol, era otro elemento clave para crear una atmósfera confortable en esta vivienda.
Todos los pasos de las paredes tienen forma de arco y muchos cuentan con puertas hechas de madera de una variedad especial japonesa llamada abeto del oeste.
Con ella se ha realizado también la escalera que conduce al piso superior, que cuenta con un par de dormitorios y un baño.
El mobiliario destaca por su sencillez, aunque algunos detalles reflejan la personalidad de los clientes como el lavabo púrpura o los apliques del salón con malla de alambre.
En definitiva una casa japonesa new-minimal que huye del manido espacio tipo loft y acoge a sus habitantes con sus formas curvas.