Nueva incubadora de oficios artísticos y start-ups en Errentería.
La antigua construcción, catalogada como ‘Bien Cultural’, albergó el museo textil y actualmente no contaba con una utilización concreta. El Ayuntamiento de la Villa ha apostado por adecuar su interior para un nuevo uso. Éste se basa en proveer un espacio a proyectos que buscan la innovación a través métodos colaborativos, desempeñando el papel de interfaz entre las empresas de éxito que están en el mercado y nuevos emprendedores. Se trata del embrión del futuro Polo de Emprendizaje que recoge el Plan estratégico de Errenteria 2025.
El proyecto requería espacios que propiciasen la interrelación de las personas, el trasvase de información, así como nuevas ideas surgidas del hecho de compartir experiencias y modos de hacer diferentes.
Para favorecer estas sinergias y transmitir una sensación de actividad y energía, se ha optado por utilizar en las diferentes zonas comunes, de relax, reuniones informales, office… colores vivos, predominando sobre todo el amarillo.
Se ha querido dotar a todas las plantas, a pesar de contar con actividades diferentes entre sí, de una imagen unitaria que propicie la sensación de pertenencia a un grupo o conjunto. Esto se ha conseguido mediante la utilización de elementos comunes en los cuatro pisos, pero a su vez adaptados a cada necesidad diferente.
De esta forma, las luminarias a modo de juego geométrico y con gran impacto visual.
Un mobiliario que puede ser utilizado en cualquiera de las plantas, según sea la necesidad de sus usuarios, dado que lo principal en esta propuesta es dotar de versatilidad al espacio y fomentar la creatividad desde el primer momento.
Con el objeto de aportar serenidad y tranquilidad a los usuarios, el color blanco y las maderas de tonos claros dominan en los acabados de los espacios de trabajo, aunque se han introducido pinceladas de color amarillo muy sutilmente, para conectarlas de una forma fluida con las zonas de más actividad.
Las dos últimas plantas, cuentan con espacios de transición entre las zonas comunes -de mayor actividad- y las zonas de trabajo -en las que se trabaja sentado, con sillas y mesas bajas-. Este objetivo se consigue mediante mesas y taburetes altos, creando un espacio de descompresión y tránsito de actividad subconsciente.
En definitiva, todo el proyecto está concebido para potenciar la creatividad, el trasvase de conocimientos de una forma desenfadada y fluida, aportar serenidad a sus usuarios y fomentar la interrelación de éstos en los espacios comunes. Todo bajo una sensación de pertenencia a un grupo, aportada por los elementos presentes en todas las plantas, adaptados a las necesidades individuales de cada actividad, y diseñados específicamente para este proyecto, como mesas altas y bajas, luminarias, estanterías, etc.