Nook Architects saca partido al chaflán de Barcelona.
El chaflán implicaba algunas particularidades a nivel de distribución y estructura, con las viguetas perpendiculares a los muros transformándose en abanico al llegar a él, para poder adaptarse a la tan típica solución constructiva. En él se situaba anteriormente la sala de estar, con una cocina muy pequeña y oscura y el dormitorio principal al otro extremo de la fachada. Esta distribución generaba espacios muy oscuros y de difícil disposición en cuanto al equipamiento fijo. Por eso la primera decisión del proyecto fue dar un giro a las piezas para poder ganar espacio en la zona de día.
La vivienda actual creada por los arquitectos invierte la posición de la sala y de la cocina al otro lado de la planta, y abre un hueco vertical en la pared de carga que los separa, de modo que se gana en relación espacial e iluminación. El dormitorio principal se ubica ahora en el chaflán, ganando algo de dimensión. En la posición de la antigua cocina se ubica un amplio baño, con puerta de policarbonato translúcida. Cuando la luz del baño está encendida, este panel corredero actúa como lámpara vertical ampliando la sensación espacial de la parte central de la vivienda. Las únicas piezas que mantienen su posición original son la habitación secundaria y un aseo, renovado completamente.
Intercambiando la posición de estas piezas, han conseguido arrastrar la luz que entra desde la fachada hasta la parte más oscura de la vivienda, mejorando la relación entre los espacios de día, más acorde con el estilo de vida actual.
Se ha querido potenciar también la relación entre el salón y el dormitorio principal, gracias a una amplia puerta corredera que se integra con el color ocre del tabique separador, desapareciendo cuando está abierta. En la parte superior de la partición vertical también se ha enfatizado esta idea, superponiendo un espejo para dar la sensación de que el tabique no llega al techo. Esta solución constructiva que empezó a usar el maestro Adolf Loos consigue un guiño visual con el reflejo de las viguetas del salón, dando la sensación de continuidad en paralelo tras el tabique ocre cuando, en realidad, en el techo del dormitorio están dispuestas en forma radial.
Los materiales y tonalidades utilizados son de aspecto muy natural: el proyecto recupera la envolvente original de la vivienda dejando al descubierto su forjado de bovedillas cerámicas y vigas de madera; madera sin teñir para el pavimento del salón y dormitorios, pavimento hidráulico de dibujo geométrico para la cocina y los baños, y texturas cerámicas barnizadas mate en la pared estructural y bovedillas. Alguna de las paredes existentes se ha dejado sin revestimiento, para potenciar las texturas de la cerámica. Antiguamente se solían enyesar pero en la actualidad tienen especial relevancia por su artesanía constructiva. El resto de tonalidades del piso se ha tratado en gama de blancos, ocres y grises.
Con esta intervención, se ha conseguido devolverle a la vivienda un espíritu más honesto con el sistema constructivo del edificio, y más acorde con el confort y estilo de vida actuales. Una de las señas de identidad de Nook Architects.
Fotografía: nieve | Productora Audiovisual