Loft en blanco y negro a orillas del Báltico.
Los autores han jugado con una reducida paleta de colores y materiales para conseguir una atmósfera relajada y sobria.
Las blancas paredes contribuyen a reflejar la abundante luz natural y contrastando con ellas, se ha optado por tonalidades negras y grises para la mayoría de los textiles, como tapicerías, cortinas…
La madera es el material elegido para el pavimento y el mobiliario, diseñado y fabricado en su mayoría por Loft Szczecin, que cuenta con un taller de carpintería propio.
Los muebles de la zona de estar y el cuarto de baño se han realizado en madera de roble, a la que se le ha dado posteriormente un acabado con aceite.
Para el mobiliario de la cocina se ha combinado madera laminada en los frentes con granito negro en la encimera.
Otra de las especialidades de este estudio es incluir en sus proyectos muebles vintage obtenidos en subastas,y restaurados por ellos mismos.
En este caso se han introducido sillas del diseñador danés Niels Moller, un sillón de los años 60 de la creadora checa Magda Sepova y pequeñas piezas de mobiliario médico de principios del siglo XX.
La escalera adquiere especial protagonismo en este proyecto, a pesar de la sencillez de su construcción.
La luz se filtra creando atractivos juegos de sombras a través de una pantalla de listones de madera, material que se ha utilizado también para realizar los peldaños.
Fotografías: © Karolina Bak